Últimamente cuando me escucho a algún grupo de música inglés siempre me viene a la cabeza Wayne Rooney. No sé muy bien el motivo, aunque imagino que algo tendrá que ver el estilo de música y la situación actual de la selección inglesa. Y es que para mi el fútbol inglés y sus jugadores internacionales van muy unidos a la música british que nace por allí. Diría que en ciertos momentos de su carrera todos estos jugadores ingleses tienen una canción que les acompaña, o más que una canción, tienen un estilo que les respalda. Pero tampoco quiero irme mucho del aspecto importante: Rooney y su capitanía en Inglaterra.
Siempre he pensado que Wayne Rooney es un jugador con madera para liderar un equipo, una selección o lo que se proponga. Ya su inicio en el Everton dejaba ver un jugador carismático, algo que se acabaría confirmando en su llegada al Manchester United. Y en este equipo ha sido en el que se ha ido puliendo poco a poco, lentamente, mejorando día a día. Esta forma de evolucionar es la que le ha llevado al hoy en día, a portar el brazalete de capitán de su equipo y de su selección. Creo que ha quedado atrás el Rooney rebelde y difícil de controlar, el que jugaba más con el corazón que con la cabeza, lo que le hacía cometer muchos errores que luego le acababan señalando. Y aunque sigue demostrando que esa parte de su juego no se ha perdido (la de jugar con el corazón), ha sabido moderarse y jugar más con la cabeza. Es por eso por lo que creo que hoy es capitán de dos de los equipos más importantes que hay (separando el Manchester United y la selección de Inglaterra). Un reto para él y para el futuro de ambos. Y es que en este momento si comparamos la situación de Inglaterra y la del Manchester United no se diferencian mucho el uno del otro. Ambos buscando un reestructurarse en una nueva etapa, una nueva etapa que es complicada pero a la vez ilusiona.
Y es que puede que Wayne Rooney sea el mejor capitán que haya llegado a Inglaterra desde que lo fuera David Beckham. Hasta este instante la capitanía inglesa no ha tenido calma, ni ha conseguido dejar asentado a un jugador que lidere a una selección que necesita recuperar el nivel por encima del prestigio. El jugador del Manchester United es el mejor ejemplo para el devenir de la selección inglesa, por sus pros y sus contras, y por lo que representa. Ese punto de jugar con el corazón, de saber estar y de rebeldía son tal vez lo que necesite Inglaterra, todo unido a una base sólida, una base que tiene que comenzar y asentarse sin más demora. Y aunque el nivel de la selección sigue dejando dudas, de momento los resultados están siendo buenos (por ser victorias) y el rendimiento de Rooney no está dejando dudas. Tres victorias en la fase de clasificación para la Eurocopa 2016 y 2 goles en 3 partidos del nuevo líder inglés. Resultados que maquillan un poco el nivel de una selección que tiene que buscar soluciones a los problemas que tienen.
Wayne Rooney estaba llamado a ser líder de Inglaterra, al igual que esta está llamada a volver a ser una de las favoritas en cada torneo que juegue. De momento la capitanía le sienta bien al jugador nacido en Liverpool, ya que parece que con el peso de la capitanía al menos los pross han encontrado una imagen a la que sujetarse. Es el momento de Wayne Rooney, porque el futuro está en sus botas y el futuro de su selección en parte también.
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