miércoles, 9 de enero de 2019

Una primera toma de contacto

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Fotografía: manutd.com

La llegada de Solskjaer ha supuesto una bocanada de aire para el Manchester United. El técnico noruego ha destensado la cuerda y dado la posibilidad a sus jugadores para expresarse sobre el césped. A falta de ver mucho más del equipo, con un mayor rodaje de la mano de su nuevo entrenador y ver si se ha establecido un buen rumbo, las primeras sensaciones son positivas y la apuesta parece clara. El que en su día fuera el mayor exponente de la figura del "delantero revulsivo", ha cogido las riendas del equipo inglés en un rol parecido pero sobre el banquillo del club que le vio triunfar a mayor escala. Los primeros partidos de Solskjaer al frente del Manchester United se han visto influenciados por los rivales a los que se ha enfrentado, seguramente. Pero lo que es indiscutible es el cambio en el equipo. Un conjunto más vivo.

Apostando por un 4-2-3-1, el Manchester United, o más bien sus jugadores, se han reencontrado con el camino para disfrutar cada vez que salen a disputar un partido sobre el campo. La mano de su nuevo entrenador no es algo que haya repercutido en gran medida, ya que tácticamente el equipo no ha sufrido cambios radicales más allá del sistema utilizado (un sistema que era muy recurrente por Mourinho también). El técnico noruego ha sabido ponerse en sintonía con la plantilla que se ha encontrado y lejos de complica las cosas, ha dejado a sus jugadores hacer. Basado en el sistema anteriomente mencionado, parece que Solskjaer ha encontrado el equilibrio necesario para que retomar la situación. La premisa parece clara: que haya un mayor compromiso con el balón. Para ello, ha otorgado a sus jugadores una mayor libertad, algo que se ha visto repercutido en la movilidad sobre el terreno de juego. El tratar de avanzar combinando y olvidarse de defender exclusivamente ha mejorado la cara del Manchester United en todos los aspectos.

La apuesta por Rashford en la delantera parece algo claro. El joven futbolista británico estaba siendo lo mejor en la temporada de su equipo. Su capacidad para profundizar mediante desmarques, caer a las bandas y tratar de encarar en el uno contra uno se ha maximizado. En la medida en lo que le ofrece el inglés, Solskjaer ha intentado acercarle compañeros para que pueda ser más relevante aún. En este sentido, la apuesta por un Pogba por delante del centro del campo está surtiendo efecto. El francés ofrece ese papel de llegador sobre la frontal del área rival (algo que están explotando, pues Pogba dispara más), pero además es un buen elemento para buscar la espalda a los centrocampistas rivales o como apoyo para dañar en tres cuartos de campo. Solskjaer ha alejado a Pogba del centro del campo para acercarle a la mediapunta, y le está funcionando. En ese acercamiento, la figura de Lingard y Mata (sin haber un titular indiscutible) también han crecido. Pese a partir desde la banda derecha su posicionamiento es intermitente pero muy presente por el carril central. Ahí actúan y dan la posibilidad de introducir una marcha más a los ataques (cada uno a su forma). Por la izquierda, Martial sigue siendo el futbolista que ofrece una mayor verticalidad a la hora de encarar la defensa rival, ya que sigue siendo un elemento peligroso tanto en su conducción hacia dentro como desbordando dentro del área hacia línea de fondo.

En la salida de balón, Ander Herrera y Matic copan toda la atención del equipo. La circulación de balón es algo calmada en un principio, donde el equipo prima la seguridad a la hora de realizar los pases, pero cuando tienen la posibilidad de encontrar a alguien más adelantado en campo rival el equipo se activa de cara a crear peligro. El Manchester United tiene un mayor número de receptores (o al menos hay una mayor implicación por pedir el balón al pie) y por ello mueve mejor la pelota a la hora de sacar el balón y de atacar al equipo rival. Este mayor número de opciones, pudiendo encontrar con mucha mayor facilidad el juego por dentro, posibilita que los laterales se prodiguen por las bandas para atacar (mención especial a Luke Shaw). Todo esto ha enriquecido ofensivamente al equipo, que ataca más y mejor.

Seguramente este mejor orden con el balón, y el haber dejado de enfocar los esfuerzos del equipo casi exclusivamente en todo lo que acontecía a la defensa (lo que además les llevaba a defender peor), haya permitido al equipo mejorar colectivamente. Y aunque aún les falta seguridad y contundencia en la defensa (algo que muy posiblemente vaya más con que el equipo necesita un salto cualitativo en la posición), los jugadores se han beneficiado de este mayor control sobre lo que pasa en el campo, algo que se ha visto también extrapolado al balón. De esta forma, cuando pierde el balón, el Manchester United se muestra más entero retrocediendo hacia atrás o incluso defendiendo más estático. Debido a esto, sin ir más lejos, la figura de Lindelöf se ha visto impulsada. El jugador sueco seguramente esté en uno de sus mejores momentos desde que llegó a Manchester.

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