Naufragio

Dio el pistoletazo de salida la UCL 2015/2016. Y no con mucha fortuna para los equipos ingleses. Manchester City (en casa), Manchester United (fuera) y Arsenal (fuera) comenzaron la competición europea con un mal común: el centro del campo. Mientras que el Chelsea (en casa), fue el único equipo que respondió en una jornada de apertura para olvidar. Por primera ver en UCL, 3 equipos ingleses perdían en el primer partido. Solamente el Chelsea salvó los muebles para que no se hiciera pleno. Aún así, la imagen competitiva fue muy mejorable, y no deja de ser decepcionante el ver los resultados obtenidos en esta primera jornada. El centro del campo, fue la clave para el resultado final de cada equipo.

El tropiezo del Manchester City en casa

Se estrenaba en casa el equipo de Pellegrini ante la Juventus, equipo subcampeón de la anterior UCL. Una nueva temporada esperanzado en Europa del equipo inglés ante la experiencia de un equipo italiano que ya ha recorrido mucho camino por Europa. Y el partido demostró que al Manchester City le queda mucho por patear en UCL para hacerse un hueco. Un encuentro marcado por el buen posicionamiento de la Juventus en defensa, lo que dificultaba la tarea al Manchester City. Con un Manchester City incómodo, cada balón que se perdía suponía un cúmulo de situaciones para aprovechar al espacio por parte de la Juventus. Algo que se agravaba cuando Yaya Touré salía a robar demasiado arriba, y una vez sobrepasado, volvía a mostrar que cada vez le cuesta más correr hacia atrás. Algo que también propiciaba que la defensa tuviera que adelantar líneas y buscar anticipar. La Juventus supo aprovechar esta debilidad del Manchester City para acabar ganando 1-2. Un centro del campo inglés que, pese a tener a un Fernandinho que hace bien su trabajo (sin ser mediocentro posicional), sigue sufriendo por la falta de trabajo que hay en el colectivo. Una muy disciplinada Juventus, un muy buen Buffon, junto a un Manchester City desesperado y algo espeso fueron claves para el resultado final.

El mal estreno del Manchester United

El Manchester United visitaba Eindhoven en busca de su primera victoria en la fase de grupos. Una victoria que no acabó llegando, y que dejó muchas dudas acerca del centro del campo del equipo inglés. Louis van Gaal salió con un doble pivote formado por Ander Herrera-Schweinsteiger, posiblemente el más expuesto que puede sacar el técnico holandés. Y así supo aprovecharlo el PSV. Presionando la salida de balón del Manchester United, imposibilitaba que los dos centrocampsitas del equipo pudieran recibir el balón algo adelantados, haciendo que en el centro del campo quedaba un hueco donde nadie intentaba apoyar para sacar el balón jugado. Junto a esto, los problemas a su espalda a la hora de defender, junto a una defensa de las bandas desafortunada (el PSV supo atacar muy bien a los laterales del Manchester United) supusieron un punto de inflexión importante para que el equipo inglés se desmoronara poco a poco. Ni siquiera el ponerse por delante en el marcador con el gol de Depay supuso saber administrar mejor el partido. Un Memphis Depay que volvió a ser el mayor recurso ofensivo de su equipo, y que volvió a exponer la falta de ideas del equipo arriba. El resultado final de 2-1 deja mucho trabajo por delante. Eso sí, una cosa queda clara: van Gaal no puede permitirse dejar a Schneiderlin y Carrick en el banquillo.

La debacle del Arsenal

El peor debut de todos. El Arsenal visitaba Croacia para enfrentarse al Dinamo Zagreb. Wenger hacía rotaciones debido al partido que tenía el fin de semana ante el Chelsea. Unas rotaciones que acabarían siendo claves y decantando el resultado final del partido. El Arsenal mostró su peor faceta a la hora de defender, exceptuando a Gabriel Paulista, posiblemente el mejor jugador del equipo inglés en el partido. El Dinamo Zagreb supo aprovechar todos los espacios que dejaba el Arsenal al perder el balón, debido a que en sus ataques acumula a muchos jugadores arriba. La inseguridad en la posesión, junto a un centro del campo Arteta-Cazorla que quedó muy expuesto, supuso que el resultado acabara siendo 2-1. Tanto las bandas, como la espalda de los centrocampistas, fueron un lugar idóneo para que el Dinamo Zagreb explotara los puntos débiles de su rival. Al Arsenal le cuesta correr hacia atrás, y sin un centrocampista que te pueda sostener todo el medio como Coquelin, el equipo fue cayendo poco a poco en sus puntos flacos. El poco acierto en ataque también supuso que el equipo tuviera pocos recursos a la hora de plantarse en el campo de su rival. Unas acciones individuales que no supusieron un gran peligro para el equipo croata. Al final el equipo volvió a echar de menos a un mediocentro, y demuestra que sin Coquelin las piezas se tambalean, sobre todo a la hora de defender.

Las buenas sensaciones del Chelsea

El único equipo inglés que dejó buenas sensaciones en su estreno (con algunas pinceladas del Manchester City). Hizo rotaciones Mourinho, y las rotaciones le respondieron de forma muy positiva. Loftus-Cheek salió en el centro del campo por Matic, y el joven centrocampista inglés supuso un punto clave para el equipo. Su presencia física y buena complementación con Cesc Fábregas dejaron muy buenas cosas. Cesc, por su parte, se nutrió de esto para hacerse al mando con el centro del campo y volver a dejar acciones muy positivas para su equipo. Además, los laterales también sufrieron una cierta mejoría (junto a la defensa). Tanto Azpilicueta como Baba se mostraron con mucho recorrido, y aunque eran algo cautos a la hora de prodigarse en ataque, si supieron elegir bien en qué acciones ofrecerse como ayuda. La seguridad del equipo se vio implementada debido a que todos se complementaron y jugaron mejor que como lo venían haciendo. Pese a ello, jugaban en casa y ante un equipo inferior a ellos. Aún así, el 4-0 del equipo deja buenas sensaciones en conjunto, ya que aunque el Maccabi si consiguió llegar en alguna ocasión al ataque, se consiguieron resolver acciones con acierto. El partido de Diego Costa y Oscar también invitan al optimismo, ya que ambos se mostraron participativos y estuvieron finos cada vez que intervenían en alguna jugada.