Es indiscutible que el Manchester United pasa por uno de esos momentos donde parece que todo lo que antes se veía borroso va cogiendo forma. Tras un inicio algo convulso en la nueva etapa con Mourinho, con mucha presión a la espalda tras el pobre paso de David Moyes y Louis van Gaal, todo va adaptándose y ganando sentido partido tras partido. Solo bastaba con ir tocando teclas en las zonas más necesitadas de establecer un patrón para acabar dando con la clave. El técnico portugués tras intentarlo, tropezar, y volver a intentarlo, lo ha conseguido. El Manchester United carbura.
Y como en toda buena tendencia, todas las piezas van adaptándose de una mejor manera al todo. Todo fluye con mayor consonancia, y lo que antes parecía no tener respuesta va mostrando atisbos de solución. Esto le ha ocurrido a Mkhitaryan, que tras su gran temporada en el BVB, y llegar al Manchester United para nutrir al equipo de cosas que le faltaban, su mínima participación hasta el mes de noviembre sembraba la duda de si realmente se había hecho un buen fichaje con el armenio. Ahora, y tras muchas declaraciones donde Mourinho aclaraba una y otra vez que el jugador necesitaba un proceso de adaptación para conseguir involucrarse en lo que se le pedía, se está empezando a ver lo que realmente puede aportar.
Henrikh Mkhitaryan en el sistema
La principal aportación de Mkhitaryan desde que se hizo con un hueco en el XI del Manchester United es la de verticalizar el juego. Al Manchester United en algunas ocasiones le cuesta elaborar las jugadas, y aunque esto ha mejorado con Carrick y Ander Herrera, cuando consiguen encontrar espacios es cuando más daño hacen. Dentro de esto, el armenio ha sabido aprovechar muy bien lo que le ofrecen sus compañeros para así poder adaptarse a los partidos. Siendo un jugador que tiene una gran interpretación para aprovechar los huecos que deja el rival, ahí ha sabido destacarse por encima de sus compañeros. Tanto partiendo desde la izquierda (menos usual), como desde la derecha, su aporte es importante en este aspecto debido a que su conducción y rapidez es imponente cuando inicia una carrera con balón.
Eso sí, hay que distinguir un poco el cambio que hay según juegue en la derecha o la izquierda. En la izquierda la intervención del armenio es mucho más incisiva en el sentido de ofrecer profundidad por la banda y movilidad más cerca del área. Pese a ser un jugador con buen regate y uno contra uno, su capacidad desde ese lado esta orientada a ser un apoyo en el pico del área, ofrecer combinaciones y desmarques que puedan ayudar a su equipo a ganar campo para llegar a la portería rival. Aún así su rol también va orientado a ser un plus en la salida de balón cuando se contragolpea. Ya sea de forma directa o a través de un balón largo que pueda otorgar una segunda jugada, Mkhitaryan aprovecha el recoger el balón para realizar una conducción hacia dentro y aprovechar, si el rival está descolocado o sus compañeros se mueven, ganar toda la zona del carril central para no tener apenas obstáculos.
En este aspecto, además, cabe destacar que Mata jugando por la derecha le ofrece no tener que ser un activo en la participación para la elaboración de las jugadas. Es por esto que con cierta libertad para ocupar la banda u otras zonas más centradas su peso en el juego se ve minimizado para aprovechar otras virtudes suyas. Y con esta libertad es en la derecha donde mejor se le ve. Una mayor comodidad al intervenir en las jugadas y sobre todo una mayor participación tanto por dentro como por fuera. En esta banda es donde mejor está explotando el armenio sus cualidades, puesto que el regate hacia línea de fondo es más natural (para centrar o hacer un pase al área), y su buen manejo con ambas piernas le sigue dando la posibilidad de irse hacia dentro. Además Valencia como lateral carga mucho el ataque por el lateral, lo que permite a Mkhitaryan liberarse de la banda para intervenir más atrás o más cerca del área.
Falta por ver cómo sigue integrando Mourinho los atacantes en el equipo. El rol de Mata ha tenido una gran importancia hasta la mejora del equipo, y ha paliado algunos de los problemas que arrastraba el equipo con balón. Mkhitaryan aún no ha jugado tantos partidos como para adivinar si irá intercalando jugar en la banda izquierda y derecha, o que hará. Lo que sí es cierto es que con la tendencia positiva el Manchester United, el armenio ha aportado cosas positivas, y si consiguen integrar la verticalidad de Mkhitaryan con la capacidad de dominio de Mata, el equipo se verá beneficiado.
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