La intensidad y el ritmo entre Manchester United y Liverpool se palpó en cada minuto del encuentro que disputaron en Old Trafford. Ambos equipos queriendo cometer los menores fallos posibles, pretendiendo maximizar sus oportunidades para llevarse un partido donde los tres puntos eran importantes. No hubo una batería de ocasiones tremenda, y los planteamientos tuvieron mucha culpa de ello debido a que tanto Manchester United como Liverpool supieron anularse en algunos tramos de partido repartiéndose el control. Pero a través de un penalti Milner consiguió adelantar a su equipo, y cuando el tiempo se consumía de forma rápida para el United y lenta para el Liverpool, Ibrahimovic consiguió empatar 1-1 otro derby de Inglaterra más.
Las dificultades en la salida de balón
Tanto Manchester United como Liverpool sufrieron en su salida de balón. Ambos equipos tuvieron un buen posicionamiento para que la mejor vía para subir al ataque fueran las bandas. Pese a esto, por ejemplo, en el Manchester United, por lo bien cubiertos que estaban los espacios una vez el Liverpool iniciaba su posesión, estos se veían a veces obligados a arriesgar dando un pase hacia otro lado o incluso mandando un balón largo que en cierta manera supusiera una lucha en el juego directo para llevarse la pelota. Pese a ello jugadores como Wijnaldum o Emre Can intentaron ofrecer alternativas juntándose más para tener apoyos más cortos y así poder irse hacia arriba.
Por otra parte, la disposición del sistema de Klopp también supuso un problema para el Manchester United. El técnico alemán mandó tanto a Origi como a Firmino posicionarse en las bandas una vez el rival iniciaba su posesión, lo que llevó a que el Manchester United durante un tramo largo del partido no consiguiera encontrar con facilidad a los de arriba. Es por ello que tampoco los de Mourinho tuvieron una salida de balón limpia, pero intentaron paliar este problema usando la salida exterior, donde pese al trabajo de Origi y Firmino, tanto Martial como Valencia-Mkhitaryan si conseguían de vez en cuando encontrar alguna alternativa para plantarse en campo rival.
Hubo momentos del partido, por no decir casi durante el total de los noventa minutos, donde la intensidad fue alta y el ritmo algo frenético. En ese sentido, tanto Emre Can como Wijnaldum en el Liverpool fueron vitales para su equipo. Tanto en el primer como segundo tiempo mostraron cierto protagonismo en distintos aspectos. Durante los primeros cuarentaicinco minutos el Manchester United tuvo periodos donde tuvo más controlado el partido, y es ahí donde el alemán y el neerlandés sostuvieron con bastante solvencia a su equipo. Ambos fueron importantes a la hora de ayudar en coberturas defensivas, ofreciendo apoyos y ocupando muy bien el espacio (también tapando el medio en la presión). Y en ataque fueron ambos jugadores que debido a la dificultad de mover la pelota buscaron una alternativa ofreciéndose más cerca de quien tenía el balón.
Durante el segundo tiempo también tuvieron peso en el equipo, y debido a que el Manchester United tenía necesidad de buscar el empate, ambos ofrecieron una cara distinta. Al haber más espacios al atacar cogieron más protagonismo y se sintieron más cómodos al tener más campo para correr. En más de una ocasión se les vio más "liberados" para poder así llegar al área rival y sorprender.
Los cambios que fue realizando Mourinho con el paso de los minutos fueron cambiando la cara del Manchester United y ofreciéndole más posibilidades para empatar el partido. Si bien es cierto que también se "exponía" a poder recibir un segundo gol, se podría decir que fueron clave para que se cargara mejor el juego ofensivo y además se ganara mayor juego interior. En primer lugar tras el descanso el técnico portugués dio entrada a Rooney. Esto significaba una respuesta para lo imposibilitado que había estado Ibrahimovic a lo largo del primer periodo. Con el futbolista inglés, el sueco no solamente vería un apoyo más cercano a él, sino que tendría un futbolista con el que intercambiar la posición para de esta forma aprovechar su impacto al bajar unos metros en el campo.
En segundo lugar Mourinho dio entrada a Mata en el minuto sesentaicinco. Con el futbolista español las posibilidades para controlar el centro del campo aumentaban. Además, cambiando a Mkhitaryan a la banda derecha y con Rooney-Ibrahimovic como futbolistas más adelantados también ganaba mucha más presencia por el carril interior. Es así como el Manchester United consiguió durante el segundo tiempo generar espacios en la zona de mediapunta, que posteriormente se convertirían en ocasiones de peligro. Además por la banda derecha con Valencia también ganaron mayor profundidad. Y el último cambio fue Fellaini, con el que Mkhitaryan pasó a jugar como lateral izquierdo (debido a que Darmian fue el jugador que se marchó fuera), Rooney pasó a jugar en la banda izquierda, y Fellaini cargó el área junto a Ibrahimovic para hacer sufrir al Liverpool. Y es que es habitual que el belga salga para jugar cerca del área y a través de juego directo ponga en problemas al rival. De esta manera el Manchester United consiguió meter el miedo en el cuerpo al Liverpool y finalmente empatar el partido tras una jugada donde un primer remate de Fellaini no acabó dentro, pero uno posterior de Ibrahimovic si lo hizo.
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