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| Fotografía: whufc.com |
El West Ham es un equipo que desde hace tiempo no convive con el mejor de los contextos. La contratación de futbolistas que elevan las expectativas ha vuelto al proyecto del equipo en un cohete que no acaba de despegar. La contratación de Pellegrini este verano ha tratado de dar con la tecla para encontrar la mejor reacción posible desde el banquillo, algo que ha pese al inicio de temporada (algo dubitativo) ha ido enderezándose. Aun así, al club le queda mucho trabajo, pues la irregularidad sigue siendo algo patente.
El equipo ha tenido sus más y sus menos en los meses que lleva de competición. Buscando una figura en el banquillo, los directivos también trataron de dar con la tecla en el mercado, intentando encontrar al futbolista que pudiera llevar el peso de todo junto a Arnautovic. Y es que el austriaco ha sido el jugador que mantuvo al equipo londinense durante la temporada pasada, convirtiéndose la seña del club desde entonces. Con los rumores sin cesar sobre su marcha (primero a clubes ingleses y posteriormente a China), otra figura ha crecido esta temporada ante las lesiones del delantero: Felipe Anderson.
El brasileño ha tenido rachas a lo largo de las semanas, pero ha sabido ser el foco ofensivo de un West Ham que necesitaba un hilo conductor en ataque. Es por ello que se ha vuelto en el jugador más productivo del equipo. La inercia sin duda es positiva y ascendente, y para ello Pellegrini ha tratado de buscarle un contexto favorable en el que sacarle el máximo partido posible. Su rol comenzó como mediapunta dentro del equipo, pero ahí se acababa diluyendo fijando sus intervenciones por dentro. Sin embargo, posteriormente el entrenador chileno le buscó acomodo en la banda y es ahí donde se ha establecido como el mejor jugador de la plantilla.
Con sistemas que equilibran al equipo en mayor medida, la banda izquierda se ha convertido en el lugar de partida del atacante brasileño. Pero su rol no se ciñe solo a determinar qué camino buscar para finalizar las jugadas. Felipe Anderson es el futbolista que más pases ha dado en Premier League dentro del West Ham. Es por ello que el costado izquierdo se ha convertido en un elemento de salida de balón, y de transición, para que el club londinense formule sus jugadas. Su capacidad para intervenir en cualquier zona del campo (con posibilidad de salir individualmente o distribuir hacia otros lugares) permite a su equipo construir en gran medida a partir de su banda izquierda.
Y es desde la banda donde generalmente se libera para intervenir posteriormente en cualquier zona del campo. No es que siempre deje la banda, pero su participación se incrementa cuando puede conducir y soltar el balón por dentro, o incluso cuando se mezcla por la zona de los centrocampistas (sin ser lo más habitual). Felipe Anderson es para el West Ham una pieza importante para plantear los contragolpes, tanto cuando hay que correr como cuando el equipo necesita un momento de pausa de cara a elegir la mejor opción. Pero no solamente es un elemento a la hora de organizar los ataques, sino que para finalizarlos también es alguien activo. Centrar su posición según evoluciona la jugada le da la oportunidad de ser el segundo jugador del equipo que más disparos ha realizado, siendo además de momento el máximo goleador.
Con todo esto, el brasileño además en defensa demuestra tener un gran compromiso (acumula 55 tackles en Premier League, siendo el primero dentro de su equipo). Presiona y ayuda a recuperar el balón. De esta manera, Felipe Anderson ha solventado en más de una ocasión la falta de talento del West Ham a la hora de atacar, no solo sirviendo a Pellegrini como un atacante para finalizar, sino para maximizar los ataques y ser el enlace que todos sus compañeros necesitan. Es por ello que en lo que va de temporada es el jugador con más presencia tiene del equipo, algo que les hacía falta en Londres.
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