jueves, 12 de febrero de 2015

Talento y trabajo

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Tal vez se haya hablado más de Willian Borges da Silva, que fichó por el Chelsea el 25 de agosto de 2013 a cambio de 37 millones y medio, de cómo se fue al traste su fichaje por el Tottenham que de lo que está aportando al Chelsea desde que llegó a Stamford Bridge. Sumido en el eterno debate de si el Chelsea le fichó para "robárselo" al Tottenham, o si realmente lo fichó porque era necesario tener un jugador de su estilo en la plantilla, durante el tiempo que lleva jugando para el equipo londinense ha respondido con creces. Y más que en los números, su fichaje se respalda en el rendimiento del jugador. Un rendimiento que ha sido constante, y que aunque tuvo un inicio algo complicado, se ha establecido en la regularidad. Willian no solo ha hecho mejorar al Chelsea, sino que él ha evolucionado como jugador.

Willian le ha venido al Chelsea como anillo al dedo, y pese a que ahora con el fichaje de Cuadrado, su rol en el equipo puede perder fuerza en el futuro (a priori lo lógico es que Cuadrado se haga con el puesto que ocupa normalmente el brasileño en la banda derecha), es un jugador que Mourinho ha remodelado para hacerle más completo, y para que su importancia en los partidos sea notoria, aunque él pase desapercibido como un actor de reparto. Mourinho ha hecho que Willian deje de ser ese tipo de jugador con una conducción espectacular, y un regate en parado que quita el hipo. Le ha convertido en un jugador de equipo, en una estrella que lejos de seguir aportando en ataque, también sabe arrimar el hombro en defensa. El técnico portugués ha conseguido que Willian sea eficacia y efectividad, haciendo que sepa leer el juego como siempre, pero de manera mucho más inteligente y rápida.

El rol del brasileño en su equipo es tremendamente importante. Partiendo normalmente desde la banda derecha (aunque también parte por el carril central de vez en cuando), su importancia en ataque toma relevancia porque es el primer jugador en ayudar al centro del campo a sacar la pelota jugada. Retrasando la línea y centrándose un poco, ofrece vías de pase a sus compañeros, y abre hueco para que Ivanovic tenga la banda para él solo. Además, su movilidad ayuda a sus compañeros (Hazard-Cesc-Cuadrado-Óscar, jugadores que pueden ocupar las posiciones de tres cuartos de campo) a intercambiar las posiciones para romper líneas de pase o descolocar al rival. Willian es el primer apoyo cuando el equipo quiere encontrar espacio ante rivales más cerrados, y es uno de los primeros receptores cuando el equipo quiere montar una contra. Su buena conducción, su regate y su buen pase es un peligro para las defensas que se enfrentan a él. Pero además de esto, es un jugador que en defensa ha mejorado mucho. Se ha convertido en un jugador que mide más los esfuerzos, y que ofrece muchas más ayudas tanto por la banda como por el medio. Sus partidos suelen ser un esfuerzo constante en ataque y defensa por ayudar al equipo. Y en este aspecto ha conseguido que su sacrificio sea recompensado, pues Mourinho es un entrenador que le tiene mucha estima. Tácticamente es un lujo tener un jugador como él, pues hace lo que se le pide de forma magnífica.

Posiblemente se siga hablando más del "robo" del Chelsea al Tottenham que de Willian en sí. Mientras él mejora y sigue manteniendo el puesto, Mourinho continúa confeccionando a un jugador que evoluciona cada jornada. Lejos de los focos, tal vez no sea el primero que señale la gente en un gran partido, o en un partido complicado como contra el Everton, pero mientras él es un tapado, da pasos de gigante por destapar al Chelsea cuando lo necesita.


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