jueves, 7 de diciembre de 2017

Algo más que banda

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Fotografía: premierleague.com

No se descubre América al decir que Mohamed Salah es muy bueno. El Liverpool apostó por él en verano y de momento no le podría haber salido mejor ficharle. Su impacto, inmediato, ha variado algunas cosas en el equipo. Pero en ataque, el salto cualitativo y cuantitativo es notable. Y es que el egipcio, partiendo desde la derecha casi siempre, lleva la friolera de 12 goles y 3 asistencias en Premier League, y 5 goles y una asistencia en UCL. Unos números que en gran parte, han dado claridad al Liverpool en un aspecto que en algunas ocasiones tenía margen de mejora: la efectividad de cara a portería de cara a lo que generaban.

El egipcio ha hecho que Klopp modifique su ataque, que de por sí tiene un potencial increíble, y ha añadido con él un futbolista distinto a los que tenía y además capaz de aprovechar al máximo la banda derecha al ser zurdo. Es por esto que en este sentido, Coutinho ha pasado a jugar más como interior, Mané ha cambiado su posición para partir desde la banda izquierda, y Firmino como siempre es el teórico punta del equipo. Pero lejos de aprovechar solo su banda, el nuevo futbolista del Liverpool ha mostrado en lo que va de temporada que tiene capacidad para hacer más cosas. Y es que es un elemento más que ha reforzado el ataque, ya de por sí buenísimo, del Liverpool.

Una vuelta de tuerca

Para entender la repercusión de Salah más allá de la banda, hay que tener en cuenta que en lo que va de temporada del Liverpool es el jugador que más goles ha marcado dentro del equipo. Y ciñéndonos un poco más para entender su importancia de cara al ataque, en Premier League es el jugador del equipo de Merseyside que más disparos ha realizado (54), sacando 21 más al segundo futbolista del Liverpool que más lo ha hecho: Coutinho (33), y 24 al tercero que es Firmino (32). Y es en este sentido donde se le ha visto una evolución desde que llegara. Klopp no se ha limitado en otorgarle la banda derecha y dejarle que sea vertical por el costado. El técnico alemán, por lo que se ha podido ver, está pidiendo a Salah que tenga presencia en el área. Es por esto que lejos de dónde coja la pelota, siempre suele ser un elemento de peso en este sentido para su equipo.

De esta forma, sus ocasiones se reparten en distintas facetas del equipo. Y aunque es preciso comentar que al Liverpool se le atascan más los partidos contra más tiene que crear en estático, Salah como sus compañeros, siempre puede ser un peligro cerca del área rival. El Liverpool aúna jugadores que al espacio son muy buenos, pero que individualmente son capaces de desatascar cualquier situación en un momento de lucidez. En todos esos contextos, y aunque su comodidad es patente cuando hay más espacios, Salah se amolda bien a su equipo. Es un jugador que tira bien las paredes, por lo que las combinaciones en corto cerca del área siempre suponen tener una oportunidad para finalizar alguna jugada. Además lejos de ser un futbolista excelente regateando con campo para correr, en espacios cortos también se desenvuelve con total comodidad y cuando tiene la pelota muchas veces es complicado saber cuándo meterle el pie. Todo esto lo ha ido demostrando en un Liverpool que, con unos futbolistas con muchísima movilidad, a veces el que parece que empieza en la banda es el que acaba finalizando, y el que comienza como punta es el que acaba dando la asistencia desde tres cuartos de campo.

Siendo su mejor posición la de la banda derecha (en el 4-3-3 que suele utilizar Klopp), en el último partido de la fase de grupos de UCL frente al Spartak de Moscú, el técnico alemán le puso en punta junto a Firmino en un 4-4-2. Y es que potenciar toda la movilidad y libertad de movimientos de los jugadores de arriba hace capaz al Liverpool de ser letal cada vez que recupera un balón con el rival desordenado o encuentra espacios para correr/combinar (así lo demostraron quedando 7-0 y convirtiéndose en el equipo inglés que más goles ha hecho en una fase de grupos de la máxima competición europea.). Su capacidad para conducir hacia dentro, o las posibilidades que otorga corriendo hacia el espacio sin balón (ya sea corriendo más abierto o buscando una recepción por el carril central) hacen de él un jugador que viene como anillo al dedo al Liverpool y al ataque del mismo. Si a ello se une las posibilidades que tiene para la finalización en cualquier contexto (lejos de que también es un futbolista que en ocasiones falla jugadas claras), y su capacidad para tener una presencia notoria en el área (11 de sus 12 goles en Premier League han llegado dentro del área), lo que se le puede pedir al egipcio no es mucho más de lo que hace. Y es que dentro de este matrimonio, tanto unos como otros se han enriquecido y enriquecerán por lo que están dándose y recibiendo.

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