jueves, 14 de diciembre de 2017

Un momento que es un premio

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Fotografía: burnleyfootballclub.com

Seguramente en una parte del condado de Lancashire estarán más contentos que nunca. Y no es para menos. En Burnley, el equipo de la ciudad está bordando una temporada donde era imprevisible suponer que, tras 17 jornadas, las cosas iban a ir tan bien. Y es que el equipo de Sean Dyche durmió en los puestos UCL durante la jornada 17, y aunque es algo anecdótico, es el premio al gran momento que están viviendo. Un equipo que ha vivido con su entrenador, desde que llegara en 2012, ascensos, descensos y otras tantas cosas...pero que manteniéndole, ha conseguido que hoy en día sean posiblemente una de las mayores sorpresas del fútbol mundial en la temporada actual.


Y es que sin irnos muy lejos, respecto a la pasada temporada, el Burnley tiene 14 puntos más. 31 puntos que sirven para que su objetivo, la permanencia, esté mucho más cerca. Pero sobre todo unos puntos que se han ganado a través del esfuerzo y el trabajo colectivo. Y es que los de Sean Dyche si dominan algo, es eso mismamente, la capacidad de todos sus futbolistas de esforzarse por sí mismos sin olvidarse de los demás compañeros. Y es que no son un equipo que destaque en el apartado ofensivo, y aunque defensivamente se mueven como pez en el agua generalmente, uno ve sus números y puede llegar a preguntarse cómo es posible que estén tan arriba. Pero qué más da, esto es el fútbol y el Burnley de Sean Dyche es el equipo que está viviendo un sueño.

Fotografía: premierleague.com
Una defensa sólida y segura

Tras la victoria frente al Stoke City por 1-0, decía Sean Dyche que era su resultado favorito. Y no es para menos, durante la temporada el Burnley ha repetido el resultado en 6 ocasiones. Pero por encima de ello, lo que más llama la atención es lo complicado que le resulta a los rivales conseguir hacerles gol. Y es que solamente Chelsea y Manchester City les han marcado dos o más goles en lo que llevamos de temporada en Premier League. Algo sorprendente. No obstante en conjunto, es un equipo que junta bastante las líneas al defender. En su campo trata de otorgar pocos espacios por el carril central, tratando de hacer que sus rivales les ataquen por la banda, donde tampoco sufren si tratan de ganarles en centros laterales. De esta forma, siendo un equipo que plantea partidos jugando mucho en su propio campo, destaca la gran concentración que tienen, y el no minimizar esfuerzos para tratar de ayudar a los demás compañeros. Y es que en ese conjunto de ayudas los jugadores del Burnley consiguen paliar los distintos errores que puedan tener. Y gracias a ello, solamente han recibido 12 goles en lo que va de temporada, siendo el tercer equipo que menos goles recibe tras Manchester City y Manchester United.

Cabe destacar que para alcanzar esa seguridad defensiva, más allá del trabajo sobre todos, hay algunos futbolistas que están destacando atrás. Sin ir más lejos, en portería Nick Pope está teniendo una gran importancia, dado que la lesión de Tom Heaton en septiembre hizo que pasara a ser el portero titular. Y está respondiendo con creces, parando muchas de las ocasiones que llegan sobre su portería (51 paradas ha tenido que realizar en lo que va de temporada). Pero atrás Ben Mee está siendo el jefe de la defensa cuando el equipo defiende (aunque lo de su pareja Tarkowski no es para menos). Futbolista que gana bastantes duelos aéreos, y que sobre todo ofrece una gran seguridad y liderazgo cuando defienden cerca de su portería. No obstante tanto Lowton como Ward en los laterales, o la ayuda de los centrocampistas es para el Burnley fundamental al defender. Gracias a todo ello, cuando el Burnley consigue ponerse por delante en el marcador es muy complicado hacerles gol, ya que cierran bien los espacios y repliegan con precisión para no conceder jugadas de peligro.

Un ataque al que sacan provecho

Las jugadas ofensivas del Burnley no son algo complicado a la hora de analizar. Por sus delanteros, lo que mejor se les da y más se intentan es el juego. Y es que ahí cobra una gran importancia los pases que pueden llegar desde los jugadores de banda o el centro del campo hacia los delanteros. Siendo un equipo poderoso en el juego aéreo, sus delanteros se manejan bien para recepcionar pelotas. De esta forma, siendo el Burnley un equipo que despeja muchos balones, también tratan con ellos buscar envíos directos hacia los atacantes. Y es ahí donde Vokes, Wood y Barnes se mueven como pez en el agua. Estrictamente no son tres puntas iguales, aunque tienen muchas cosas en común. Probablemente tanto Vokes como Barnes sean entre todos los más parecidos. Sobre todo buenos cerca del área, muy peligrosos en el juego aéreo y que se mueven bien cuando juegan de espaldas a portería. Pero Wood seguramente sea de los tres el más completo y el que a más contextos se pueda adaptar. Teniendo en cuenta su físico, y aunque cerca del área es un buen delantero, fuera del área también es capaz de moverse con más soltura y tener más capacidad a la hora de combinar o llevar a cabo alguna jugada individual. Entre los tres, suman 9 de los 16 goles que ha marcado el equipo. Y eso habla bien de la importancia que está cobrando el juego directo para ellos, y de cómo aprovechan las ocasiones que tienen.

Y es que no son un equipo que tenga una gran cantidad de ocasiones en los partidos. Por ello, cuando los laterales (Lowton o Ward) junto a los jugadores de banda Gundmundsson y Brady pueden prodigarse en ataque, los centros por el costado cobran mucha relevancia a la hora de poder finalizar las jugadas. No obstante, tan importante como esto es la capacidad que tienen para tratar de dominar las segundas jugadas y a partir de ello montar los ataques. Y ahí tanto Jack Cork como Defour (los centrocampistas), como sobre todo Hendrick (dos goles) en una tarea más como llegador, tienen un gran peso. Cuando el equipo ataca y juega en largo conseguir dominar esa segunda jugada es muy importante para tratar de ganar no solamente la posesión, sino campo respecto a sus rivales. Y eso es algo que les da la oportunidad de ganar disparos de larga distancia o en más de una ocasión provocar faltas, donde el balón parado también tiene un gran peso.

Probablemente el juego del Burnley no sea sorprendente, ni novedoso. Probablemente sea algo que se acerca más a lo que ha practicado siempre Tony Pulis. Pero para Sean Dyche, un magnífico entrenador en el cual su directiva ha confiado más allá de los malos resultados o los descensos, todo está siendo mejor de lo que podría haber pensado en cualquier momento. Un equipo que se mueve por esfuerzos, un equipo que trata de aprovechar cada balón que tiene para sacar beneficio de ello. El Burnley es un equipo de trabajo común, donde lo que hacen todos cobra importancia y donde destacar solamente a uno sería injusto. Y es que como se pudo ver en la última rueda de prensa de Sean Dyche, es complicado encontrar a alguien más orgulloso de su equipo que al técnico inglés.










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