El despertar del Aston Villa
El Aston Villa es un equipo que rara vez sorprende a lo largo de la temporada. En las últimas campañas la línea que ha seguido el equipo de Birmingham ha sido la misma o parecida: inicio esperanzador, temporada mediocre, final pisando el acelerador para salvar los muebles. Y es algo que no se comprende con una plantilla como la que tienen. Solamente en las últimas jornadas se puede observar la mejor faceta del equipo, cuando cualquier partido que juegan es un todo o nada. Pero algo que ha cambiado esta temporada se ha visto con la llegada de Sherwood. El técnico inglés ha dotado al equipo de una identidad (que habrá que ver si se mantiene) y de un sistema que está sacando todo lo positivo del equipo. El 4-3-3 instaurado desde que llegó ha dado resultado, y eso se ha visto en ataque y defensa. Mérito suyo que el equipo haya mejorado en seguridad y en efectividad. Benteke ha marcado 10 goles en los últimos 8 partidos, mérito suyo y de un equipo que tiene las ideas más claras. Además, el haber dado entrada a una joven promesa del club como Jack Grealish ha otorgado desparpajo al equipo. Otorgando el mayor peso del ataque a Delph-Grealish-Benteke, el Aston Villa ha encontrado lo que no encontraba a lo largo de toda la temporada: capacidad para crear peligro. Con mejores o peores resultados, el Aston Villa se muestra más seguro, mejor guiado y más equipo. Como siempre, hemos tenido que esperar al final. Aún no están salvados, pero parece que la lucha la tienen interiorizada.
(El Aston Villa es decimocuarto en la tabla de clasificación con 35 puntos)
La lucha del Leicester
A Nigel Pearson le dieron por muerto antes de tiempo. Los medios ingleses comenzaron a publicar a los cuatro vientos que el equipo le había cesado. A esta noticia salio el propietario del club para decir que tenían toda la confianza puesta en él hasta final de temporada. Con unas ideas buenas, y un estilo claro, Pearson ha conseguido que su equipo retome el rumbo de una temporada que parecía iba a acabar sin pena ni gloria. El inicio de temporada del Leicester fue bueno. No en puntos, pero si en sensaciones. Y aunque las sensaciones siempre no valen, el equipo ha demostrado siempre tener una buena estructura para luchar la permanencia con claridad. Pese a haber vivido en el pozo de la tabla a lo largo de casi toda la temporada, han conseguido apretar los dientes en este tramo final para salvarse. 5 victorias en los últimos 6 partidos han valido para que el equipo haya salido de los puestos que envían a Championship. La plantilla va en una misma dirección, junto a su entrenador, y parece que ahora los resultados responden. Tendrán que sudar la gota gorda para salvarse, pero el Leicester ha encontrado en este final de temporada lo que no había encontrado en todo lo que llevamos de Premier League: la senda de la victoria.
(El Leicester es decimosexto en la tabla de clasificación con 34 puntos)
El despiste del Newcastle
La temporada del Newcastle no parece más que un cúmulo de despropósitos. Una montaña rusa de sensaciones que no agrada ni a la afición, ni a los jugadores, ni al club. El club tuvo un tira y afloja con Pardew, hasta que este se fue al Crystal Palace (el técnico francés ha vivido una relación de amor-odio en Newcastle donde hasta que se fue todo estaba siendo demasiado hostil). Con la llegada de John Carver se busco una reacción. Una reacción que ni llegó, y que ha metido en un lío al equipo en este tramo final de temporada. Siendo el último trozo de tarta que quedaba en la bandeja, el técnico inglés no ha dado con la tecla para hacer que sus jugadores reaccionen. Y lejos de esto, el equipo se ha visto enfrente de un muro difícil de escalar. 8 derrotas consecutivas son los números de un equipo que no confía en nadie. Ni en su entrenador, ni en su presidente, ni en sí mismo. Una desconfianza que les ha llevado a estar en la zona baja de la tabla, y que les hará luchar por no llevarse un susto que era difícil de imaginar. El Newcastle se vio salvado antes de tiempo, y aún sin tener los puntos necesarios para respirar de forma aliviada, ha visto como la lucha por el descenso le ha ido engullendo poco a poco. Les puede costar cara esa relajación que han tenido, y la mala organización de un club que vuelve a estrellarse contra sí mismo tras volver a empezar una temporada esperanzadora.
(El Newcastle es decimoquinto en la tabla de clasificación con 35 puntos)
La puja entre Hull City y Sunderland
Dos equipos que podrían perfectamente jugarse el tercer puesto para el descenso. El Hull City es un equipo totalmente opuesto al de la temporada pasada. Manteniendo el mismo estilo, la misma estructura y los mismos métodos, los pupilos de Steve Bruce no están respondiendo de la misma manera esta temporada. A la pobre imagen mostrada a lo largo de la temporada, los jugadores han dado un bajón de rendimiento considerable. Solo la llegada de N'Doye y el peso de Aluko parecen poner de vez en cuando solución a unos resultados que no satisfacen al club. Además, el nivel de Huddlestone (la estrella, posiblemente), dista mucho del del año pasado. Algo que está siendo clave para el equipo, y que le ha llevado a estar en la zona baja de la clasificación. Junto a ellos, el Sunderland no parece levantar cabeza temporada tras temporada, y puede que esta sea la última en la que no se caigan. Con el proyecto de Gustavo Poyet estrellado, la llegada de Dick Advocaat está ofreciendo más carácter que otra cosa. El equipo se intenta oponer a las adversidades, pero queda lejos el nivel de una plantilla que debería estar más que salvada en estas fechas. El proyecto del Sunderland es un puedo y no quiero constante, en el que el equipo, relleno de jugadores con buen nombre, no saben remar hacia la misma dirección para ver cómo se llega a buen puerto. Cierran los puestos de descenso, y aunque tienen un partido menos, pueden tener complicada la salvación. Posiblemente ahora es cuando más necesiten el carácter, pero habrá que ver si consiguen volver a salvar in extremis una temporada que vuelve a dejar una imagen decepcionante del equipo.
(Hull City y Sunderland son decimoséptimo y decimoctavo en la tabla de clasificación con 34 y 33 puntos respectivamente)
La previsible caída del QPR y Burnley
Posiblemente los dos equipos que menos nivel han mostrado a lo largo de esta temporada. El QPR, pese a tener buenos jugadores (una temporada más) para poder marcarse unos objetivos no muy altos esta temporada, se ha visto arrastrado poco a poco a volver a luchar por no descender (desde la temporada 2010/2011 no ha conseguido asentarse en Premier League). Las únicas muestras positivas de un equipo descompuesto han llegado a través de Charlie Austin, un delantero que más que labrarse su futuro esta temporada parecía luchar constantemente a contracorriente para salvar a su equipo. Pese a haber dado muestras de mejora desde que se marchó Harry Redknapp y ocupó el puesto de entrenador Chris Ramsey, el equipo ha seguido siendo un garabato del dibujo final que se podría encontrar si todas las cosas estuvieran hechas de mejor manera. Su descenso parece inevitable, y salvo milagro volverá a Championship, una competición que alterna con la Premier League las últimas 4 temporadas. Por su parte, el Burnley si parece descendido. El equipo posiblemente con menos cualidades de la temporada, pero que ha mostrado un papel digno, dentro de sus posibilidades, pese a cerrar la tabla de clasificación. El club comandado por Sean Dyche no se ha dado por vencido nunca, y en más de una ocasión ha dado más de un susto a algún equipo. El equipo más limitado, pero con un corazón enorme. Su temporada nos ha dejado sobre todo la imagen de Danny Ings, un futbolista que lejos de la posición de su equipo, ha sabido apreciar el valor de la camiseta que llevaba puesta. Seguramente desciendan, pero se llevan consigo la unión entre equipo y público.
(QPR y Burnley son decimonoveno y vigésimo en la tabla de clasificación con 27 y 26 puntos respectivamente)
0 comentarios:
Publicar un comentario