martes, 22 de agosto de 2017

Un partido en dos nombres

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Fotografía: evertonfc.com
El Etihad Stadium se vestía bajo un acto de empatía en la búsqueda de la unión tras lo ocurrido en Barcelona la semana pasada. Bajo las siglas MCRBCN (ManchesterBarcelona) #WeStandTogether el Manchester City junto al Everton vistió su equipación con la famosa abeja que ya vistieron cuando sucedieron los actos terroristas de Manchester. En esta ocasión, dicho símbolo llevaría la mitad con el color característico amarillo y negro, y la otra mitad con los colores de la bandera de Catalunya amarillo y rojo. La gente de Manchester sabe lo que es sentir en su propia piel todo lo acontecido durante estos días en España, y especialmente en Barcelona.

Tanto Pep Guardiola como Ronald Koeman salieron con dos sistemas basaron en los tres centrales al campo. Por un lado el técnico español seguía con el sistema que ha explotado en pretemporada y este inicio de Premier League: 3-1-4-2 donde Sané partía como carrilero izquierdo. Y el técnico holandés salía con otro sistema que si bien no está usando en todas las competiciones (hay que recordar que el Everton ha jugado fase previa de UEL), si parece estar asentándose en la competición inglesa (o al menos una variante): 3-5-2 donde Rooney jugaba como un segundo punta por detrás de Calvert-Lewin para ser un nexo. Y ambos equipos salieron a realizar su partido lo mejor que pudieron. No obstante el Everton pareció que poco a poco se fue acomodando y gracias a ello consiguió paliar en cierta manera a su rival. No obstante el Manchester City que trataba de elaborar jugadas, se nutrió bien del contrario cuando tenían que correr hacia atrás, consiguiendo gracias a ello varias ocasiones que no concretaron.
Fotografía: mancity.com
Pero el partido entre Manchester City y Everton posiblemente se focalizó en dos nombres. Un nombre por equipo y prácticamente también cuarentaicinco minutos para cada jugador. Raheem Sterling y Dominic Calvert-Lewin fueron los jugadores más destacados del partido posiblemente, y en los que más se apoyaron sus equipos a la hora de poder conseguir los mejores momentos durante el partido o sacar el máximo partido a las jugadas en las que intervenían. Por su parte el delantero del Everton, Calvert-Lewin, fue la mayor referencia en ataque para los de Koeman. Gracias a él el equipo conseguía plantarse arriba, y prácticamente intervenía en cualquier jugada sin importar la vía que se utilizara para llegar a la zona de ataque. Sus movimientos son inteligentes a la par que muy valiosos, ya que sabe muy bien ir hacia el espacio. Es así como en muchas ocasiones sus movimientos hacia la banda eran aprovechados por sus compañeros para buscarle al espacio y que de esta forma aguantara el balón para que más jugadores llegaran arriba. Y lo hizo de maravilla, supo alargar a su equipo por las bandas, ofreciendo profundidad con sus movimientos, y a la vez siendo un apoyo de cara a las combinaciones. Fue un incordio para los centrales del Manchester City, ya que aunque su zona de ataque mayormente se centró por la banda derecha, supo tener movilidad por todo el frente de ataque. Gracias al saber dónde estar y su pausa dio la asistencia del primer gol para que Rooney hiciera su tanto número 200 en Premier League. Posteriormente su segundo tiempo fue algo más flojo, pero intentó seguir siendo igual de productivo para su equipo. No obstante Koeman, pese a que el Manchester City estuvo con diez, prefirió buscar más la defensa e ir al contragolpe cediendo la iniciativa a los de Guardiola. Le faltó el gol para coronarse durante los noventa minutos.
Derecha: mapa calor Calvert-Lewin; Izquierda: mapa calor Sterling vía Squawka
Sterling fue un revulsivo para Guardiola. Con la expulsión de Walker, al inicio del segundo tiempo entró el internacional inglés  por Gabriel Jesús para jugar como carrilero en un 3-5-1 pese a que su equipo estaba con diez. Con Koeman otorgando el peso del partido al Manchester City y cediendo el balón, Sterling fue de menos a más durante los segundos cuarentaicinco minutos. Según pudo ir adelantando su posición su relevancia fue creciendo. Es por esto que no desde un inicio sirvió al 100% a sus compañeros, puesto que pese a que el Manchester City llegaba al campo rival, el aislamiento al que sometían los defensas del Everton a los atacantes rivales suponía un hándicap a la hora de poder hacer cosas. Es por esto que generalmente iniciaba las jugadas algo más retrasado e intentaba ir combinando y a la vez avanzando metros para cuando se acercaba al área utilizar su buen uno contra uno, velocidad u otras armas para poder poner en problemas a la defensa contraria. Pero su cambio total no se dio hasta que Guardiola metió a Danilo en el campo por Stones. En ese momento el sistema cambio a un 4-3-1-1 con Sterling por detrás del punta, y ahí ganó movilidad y sobre todo fue mucho más dañino en sus intervenciones. Con el lateral brasileño por la banda derecha y Sterling jugando por el carril central, el inglés tuvo mucha más libertad de movimientos, y ahí supo aprovechar mucho las subidas de su compañero por la derecha para hacer daño. Gracias a ello llegaron varias ocasiones de peligro del Manchester City (que no hizo un partido brillante). Y en esa tendencia, moviéndose bastante, pidiendo el balón para intervenir más, encarando y buscando el área rival, tras un mal despeje de Holgate consiguió marcar el empate de volea. De esta forma Manchester City en un partido que se le atragantaba y donde no conseguía fluir bien con el balón, y donde el Everton tuvo un primer tiempo bueno y otro segundo peor por echarse demasiado atrás, el empate estuvo en las manos de dos futbolistas ingleses que no contaban con ser protagonistas.

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