Estrenarse en Premier League no es algo fácil. Jugar en la máxima competición del fútbol inglés siempre conlleva ciertas responsabilidades, y a veces estas pueden pesar bastantes. En el caso de los británicos, al apenas salir de las islas, tienen bajo sí todas las miradas por lo que puedan llegar a hacer. Siempre hay expectación, y cuando son futbolistas jóvenes los que se ven envueltos y apuntan maneras, muchas cosas recae sobre ellos. Se visualiza un futuro exitoso antes de que ocurra. Para los ingleses ese ver algo ilusionan y ensalzarlo rápido es algo común. Pasa siempre con nuevos jugadores que empiezan a destacar, y pasa con la selección cuando tiene un papel que sea mejor del esperado (bendito "football coming home" durante el Mundial de Rusia). Inglaterra exige, y la Premier League no siempre espera.
James Maddison, en su caso, tuvo que estrenarse en Premier League jugando en Old Trafford. Y aunque su partido duró unos 60 minutos, se vislumbró la importancia que puede tener para el Leicester en el presente, y posiblemente en el futuro. Un futbolista que ya deslumbró en el Championship con el Norwich, y que ha llegado al máximo nivel para seguir demostrando que en Inglaterra hay jóvenes más allá de los equipos de Premier League. Y es que durante gran parte de su partido, el equipo de Mourinho no supo detectarle y frenarle. Su encuentro tuvo un primer impacto muy positivo que seguramente marque mucho lo que busca Claude Puel de él y de su equipo. Un futbolista de tres cuartos de campo que ofrece muchas cosas.
El joven futbolista inglés partió posicionado como mediapunta en el esquema que sacó Claude Puel en Old Trafford. En un primer partido exigente, su entrenador pidió de él participación y sobre todo capacidad asociativa. Y en ambos sentidos el atacante del Leicester respondió con creces. Pese a que el equipo de Mourinho se adelantó rápido, Maddison supo adaptarse bien a las circunstancias y comenzó a castigar bastante al Manchester United. Su participación se dio por toda la zona de tres cuartos de campo, bordeando la frontal del área, pero su tendencia fue sobre todo la de caer al costado izquierdo para formar una buena sociedad junto a Demarai Gray y Chilwell. Y es que pese a que en un principio trató de participar algo más retrasado, rápidamente se dio cuenta que su lugar estaba tras la espalda de los centrocampistas. Ahí hizo daño porque supo aparecer bien para castigar a Andreas Pereira en distintas zonas, y sobre todo sus recepciones dieron al Leicester la posibilidad de establecerse más arriba en más de una ocasión.
James Maddison tuvo minutos durante el primer tiempo de muy buen nivel. Buscó bien dónde aparecer, y aunque en alguna ocasión se le vio aún algo espeso por las alturas de temporada que estamos, demostró que dónde él aparece puede hacer daño al rival. Un futbolista que busca bien la combinación, y se mueve con libertad para poder asociarse con sus compañeros. Para el Manchester United casi fue indetectable, y seguramente ese estar en principios de temporada le llevó a que no pudiera aprovechar mucho más cada balón que llegaba a sus pies. Porque al Leicester con él no le faltó poder crear cierto peligro en campo rival, sino algo de precisión de cara al último pase (algo que intentó en más de una ocasión). Un jugador que demostró tener buen pie durante el partido, y que piensa rápido cuando la pelota va a llegar a sus botas.
Está claro que para Claude Puel va a ser un futbolista importante. Porque ya la temporada pasada trató con Mahrez de ocupar en más de una ocasión un carril central en ataque que en más de una ocasión estaba huérfano, pero ahora tiene un jugador que ha tenido prácticamente su desarrollo sobre él. James Maddison otorga al Leicester la credibilidad suficiente sobre esta faceta, porque piensa rápido y buscando las mejores opciones, tiene buen manejo de balón y no le pesa tener que ser importante para su equipo. Un futbolista con buen pie, capaz de sacar faltas y que busca asociarse constantemente. En el segundo tiempo, durante los 15 minutos que estuvo sobre el campo, no tuvo tanta trascendencia. Y es que el inicio de temporada es lo que tiene. Pero el impacto de uno de los mejores jugadores del Championship la temporada pasada en Premier League ha sido positivo. Su estreno, en Old Trafford, no pudo dejar más buenas sensaciones.
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