jueves, 5 de enero de 2017

Pochettino pudo con Conte

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El Tottenham de Pochettino ha podido en White Hart Lane ante el Chelsea de Antonio Conte. Ha cortado con la racha que llevaban sus vecinos de Londres de 13 victorias consecutivas, y una imagen impecable. Dos centros medidos de Eriksen, con dos remates impecables de Dele Alli pusieron el 2-0 que, en un partido donde se enfrentaba el famoso 3-4-3 del Chelsea frente al 3-4-2-1 que tan buenas sensaciones está dejando en el Tottenham. La Premier League se aviva, y el técnico argentino esta vez pudo ante el técnico italiano.

El trabajo sin balón de ambos equipos

Tanto Tottenham como Chelsea, sobre todo en los primeros cuarentaicinco minutos, hicieron un trabajo excelso sin pelota. Pese a que exceptuando los primeros 10-15 minutos de partido el ritmo fue algo alto y hubo bastante intensidad por parte de todos los jugadores, una vez se fue consumiendo el tiempo el ritmo fue bajando y se acentuaron más algunos problemas. Pese a ello, durante todo este periodo Tottenham y Chelsea tuvieron una gran dificultad para encontrar un primer pase. Esto propicio que el Chelsea, tuviera que jugar en muchas ocasiones balones largos para poder llegar arriba, debido al buen posicionamiento de los futbolistas del Tottenham. Y pese a que el Tottenham atrás tenía jugadores con mejor desplazamiento de balón, la capacidad del Chelsea para encimar a los rivales y replegar en defensa les daba la posibilidad de conseguir tarde o temprano recuperar la pelota (en ocasiones Vertonghen por el sector izquierdo subía unos cuantos metros para intentar sacar la pelota). Ambos equipos propiciaron pérdidas rivales, o por otro lado, realizar robos que podían suponer acciones de peligro.

En el segundo tiempo, exceptuando los primeros minutos donde el Chelsea consiguió encontrar la manera de llegar arriba combinando con rapidez y descolocando al Tottenham. Pese a ello el 2-0 de Dele Alli supuso un antes y un después en el devenir del partido, puesto que tras ese tanto el equipo de Pochettino se hizo prácticamente con el encuentro y no sufrió apenas a la hora de defender, consiguiendo además ser más eficiente en la toma de decisiones, robando algún balón y haciéndose con el centro del campo con un gran Wanyama (sobre todo) y Dembélé.

Las variaciones en ataque en un partido cerrado

Pese a que tanto Tottenham como Chelsea no fueron muy contundentes en ataque, ni hubo un partido con un gran número de ocasiones o donde se mostrara constantemente peligro sobre las áreas, si hubo variaciones de ambos equipos y distintas formas de atacar. El Tottenham se acabó llevando la palma, y a lo largo del encuentro fue buscando dañar distintas zonas para no dejar que los de Conte se acomodaran sobre el césped. En el primer tiempo hubo una diferencia entre ambos equipos. Mientras que el Tottenham buscaba dañar por las bandas, intentando proyectar a sus laterales como suele ser habitual (Danny Rose tuvo un tramo del partido donde hizo mucho daño), y con movilidad por dentro para de esta forma conceder posibilidad de superioridad a sus laterales, el Chelsea buscó un juego más interior. Y aunque no fue del todo eficiente, si hubo momentos donde realmente dio sensación de peligro (aunque no llegaran ocasiones). Tanto Hazard como Pedro buscaban facilidad los primeros pases mostrándose por medio, intentando de esta forma al recibir el balón encontrarse uno con otro y añadir a Diego Costa. Incluso en los contragolpes, donde Diego Costa inicio ataques en campo rival, los inicios se daban por dentro.

Pese a ello con el paso de los minutos, el Tottenham fue dando menos peso a las bandas y se intentó apoderar del interior. Aunque Harry Kane no estuvo fino, sus movimientos retrasando metros daban la posibilidad al equipo de avanzar metros y liberar a Dele Alli para que tuviera presencia en el área. Y prácticamente con eso y dejando metros para que Eriksen pensara dos centros medidos que acabaron en dos cabezazos del inglés, y dieron la victoria a los de Pochettino. Además, con el marcador a favor, a través de Wanyama+Dembélé el equipo se hizo aún más con el control y junto a cierta movilidad fueron desequilibrando el partido a su favor.


El impacto de Wanyama y Dembélé

La batalla entre Tottenham y Chelsea por dentro no se decantó desde el inicio. El Chelsea comenzó el partido con un Matic muy fuerte, estando presente prácticamente en todos lados y secundado con un Kanté que facilitaba la labor defensiva. Y aunque durante un tiempo el dominio del partido fue alternando entre ambos equipos, con el paso del cronómetro Wanyama y Dembélé fueron creciendo sobre el terreno de juego. Si bien es cierto que con balón no hubo algo que fuera muy destacable, el cómo se complementaron frente a un centro del campo muy duro fue importante. Wanyama como apoyo en el apartado defensivo y Dembélé con más posibilidades para aparecer en todo el campo, participando también en ataque. El belga cuajó un buen partido donde, como siempre, no solo tuvo alguna que otra intervención buena con balón, sino que además en defensa también sumo. Aún así, se nota cuando el centro del campo le tiene. Sabe aguantar el balón, hacer alguna conducción o regate que pueda romper la defensa rival...y buscar algún pase complicado que suponga crear peligro (como uno que hizo a Harry Kane en el minuto 10 tras una jugada conduciendo y regateando rivales).

Pero el partido en el medio de Wanyama fue para enmarcar. Haciendo un trabajo más en la sombra consiguió imponerse totalmente ante cualquiera. En cada zona que se necesitaba ayuda aparecía él- Robó balones, aguantó físicamente las carreras de otros rivales para taparles, encimó a los centrocampistas y atacantes del Chelsea...Tanto cerca como lejos del área consiguió ser un plus para que su equipo fuera creciendo en confianza a la hora de defender, y que además ofreciera una mayor seguridad. Uno de los nombres más destacados del partido, ya que aunque en el primer tiempo se le vio algo más incómodo pese a realizar un buen trabajo siguiendo rivales no teniendo errores, en los segundo cuarentaicinco minutos consiguió destacar con totalidad, tapando muy bien los espacios y haciendo coberturas para no ofrecer al Chelsea alternativa.

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