lunes, 16 de septiembre de 2019

Adama Traoré y la velocidad como recurso

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Fotografía: wolves.co.uk
La velocidad en el fútbol es algo que suele tomar una gran importancia sobre el terreno de juego. Desde el futbolista que es rápido ejecutando hasta el que lo es por sus condiciones físicas. Adama Traoré es del segundo grupo. Su velocidad es su seña de identidad. Lo que le permite posteriormente que sus demás cualidades formen parte de la jugada para que saque algo positivo cuando tiene el balón en los pies. ¿El gran problema que siempre ha tenido? Controlar toda esa velocidad para ejecutar todo mucho mejor.

Parece que Nuno ha dado con algo para que esto pueda suceder. Acostumbrados a ver al futbolista español jugando como extremo desde la banda, el técnico portugués le ha ubicado en la posición de carrilero. Algo que a priori trata de sacar partido a sus puntos fuertes mientras endereza sus toma de decisiones. ¿Su mejor posición? Eso está por ver. Pero desde luego, parece ser que este momento de su carrera puede ser clave de cara a todo lo que le llegue posteriormente. El carril derecho del Wolverhampton tiene un gran punto de partida para un futbolista como él. Con la sensación de que siempre pareció demasiado acelerado jugando como extremo, y que como lateral podría quedarse corto (sin haber jugado ahí ni en el Aston Villa, ni Middlesbrough, ni por sistema en el Wolverhampton), la posición que está ocupando actualmente aprovecha mucho su potencial. Como carrilero ha comenzado a jugar hace relativamente poco, pero no ha necesitado mucho tiempo para convertirse en un argumento tanto partiendo de inicio como de revulsivo para ayudar a su equipo.

Esta temporada es en la que parece que está comenzando a templar un poco algunas de sus acciones. Sin ser algo aún muy presente, Nuno está buscando algo mejor en la velocidad de Adama Traoré en pos de aprovechar al máximo todo lo que puede ofrecer ofensivamente por la banda derecha. El futbolista del Wolverhampton, desde su llegada a Inglaterra, siempre se ha caracterizado por ello y la facilidad para dejar atrás rivales regateando (promediando en su mejor temporada 7 regates por partido en Championship con el Middlesbrough en el curso 17/18, y teniendo una media de 3.86 regates por partido desde que está en las islas). Su capacidad para cambiar de ritmo, y la forma en la que individualmente afronta los enfrentamientos de uno contra uno le hacen ser un jugador muy aprovechable en ese sentido. Seguramente sea uno de los futbolistas con más capacidad para sobrepasar rivales tanto en carrera como en estático.

Y es que el juego actual que tiene viene dado por esto mayormente. No es un jugador que ofrezca garantías a la hora de combinar, y tampoco unos movimientos sin balón que le hagan destacar. Adama Traoré es un futbolista que juega abierto, avanzando los metros suficientes hasta que recibe el balón y puede así hacer que su equipo consiga crear peligro. Y en este sentido da igual que coja el balón lejos o cerca de la portería. Aprovecha el espacio que le dejen porque por si mismo puede ir hacia delante. Es por ello que sus conducciones suelen ser cerca de la línea de cal, y profundiza al máximo por la banda para una vez llega a línea de fondo, o cerca, poder centrar o hacer algún otro tipo de envíos a los compañeros que tenga en el área rival.

De ahí que la velocidad y el regate tengan un gran valor en su juego. Algo que se ha convertido en una alternativa para el Wolverhampton ante Doherty, un jugador mejor sin el y que tuvo una gran importancia la temporada pasada. No obstante su forma de jugar es más efectista que efectiva, y conlleva cierto peso en cómo entre a los partidos según va ejecutando acciones. Algo que conlleva pros y contras porque tampoco es un jugador que defensivamente destaque (pese a su capacidad para aguantar duelos individuales por su físico). Algo que intenta paliar un sistema muy bien trabajado por el técnico portugués.

Para Adama Traoré parece que haber comenzado como carrilero esta temporada puede suponer un punto positivo, a la vez que de inflexión, para mejorar en su carrera. Es el momento de que Nuno siga puliéndole para que se convierta en un futbolista para el que la velocidad no sea solamente su seña de identidad. Y es que si el jugador del Wolverhampton comienza a asimilar mejor lo que pasa cuando tiene el balón en los pues, y da otro enfoque a las cosas en cualquier tipo de jugada, podrá empezar a mostrarse entero en posiciones en las que parecía quedarse a medias.



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