Probablemente la FA Cup no mostraba unas semifinales tan fuertes en Wembley desde hacía cinco temporadas. En aquella ocasión Liverpool, Everton, Tottenham y Chelsea se enfrentaron por un puesto en la final. Esta temporada Wembley será el escenario perfecto para que sus protagonistas, Chelsea, Tottenham, Arsenal y Manchester City, intenten coronarse levantando la copa. Londres será la antesala de lo que acabará siendo otra visita a Wembley, y tanto Antonio Conte, como Mauricio Pochettino, Arsène Wenger y Pep Guardiola, buscarán su sitio para volver a pisar el césped del estadio presidencial de Inglaterra.
La primera posibilidad de Conte
El Chelsea llega en un momento con ciertas dudas. Y no sería algo de gran importancia si no fuera porque estamos en el sprint final de la temporada. Su enfrentamiento ante el Tottenham puede suponer un doble camino para el equipo de Conte. Y es que junto a Mourinho, Pochettino ha sido el entrenador que mejor ha sabido neutralizar al Chelsea, y más le ha apretado las tuercas. A estas alturas de la temporada el desgaste físico va unido a la capacidad mental, y ahí es donde más tiene que creer el Chelsea en lo que está haciendo para sacar fuerzas de flaqueza. El técnico italiano ha sabido llevar bien a sus jugadores, ha instaurado una forma de jugar y ha conseguido hacerla efectiva. A veces les cuesta más, otras menos, pero la fiabilidad que han ofrecido a lo largo de la temporada no se puede poner en duda. Ahora se enfrentará a su mayor rival tanto en FA Cup (como es obvio), como en la Premier League. Una victoria o una derrota podrían suponer un todo o nada.
Y las dos piezas que más hacen funcionar, o que recogen toda la esencia del Chelsea son dos: Hazard y Kanté. Probablemente los dos jugadores que mejor temporada han hecho del equipo, y que más importancia cobran en este final de temporada. Hazard es el jugador que crea en el Chelsea. Con la libertad que le ha ofrecido su entrenador, una vez su equipo se establece en campo rival es el que efectúa todo lo necesario para conseguir crear peligro. Es complicado frenarle, pero si se consigue como hizo Mourinho en el partido frente al Manchester United en Old Trafford, el Chelsea se apaga mucho. Por su parte Kanté es el generador de equilibrio. Cierto que a veces puede parecer "caótico" por todo lo que se mueve, pero genera una seguridad total ocupando los espacios. Es el primer eslabón dentro del sistema defensivo, y aunque en este aspecto es donde más destaca, esta temporada ha demostrado poder ser un apoyo con balón sin que sea su punto fuerte.
Pochettino en busca del premio
Uno ve los resultados del Tottenham, unido a su juego, y es complicado explicarse cómo no han ganado nada de momento. La llegada de Pochettino ha dado al equipo londinense clarividencia, que era posiblemente lo que más hacía falta dentro del club. El argentino ha dotado a su equipo de unas bases, donde con la confianza de sus jugadores ha hecho que posiblemente, en las dos últimas temporadas haya sido el mejor equipo de Inglaterra. Saben jugar con el balón, aprovechar los espacios cuando lo tienen menos, defienden bien...Y se desenvuelven bien en varios sistemas que les hacen más peligrosos de cara a enfrentarse con cualquier tipo de rival. Ante el Chelsea esta temporada han tenido dos enfrentamientos, uno lo perdieron 2-1 tras un gran primer tiempo, y en el segundo ganaron con contundencia 2-0 demostrando que pueden frenar a cualquier equipo que se les ponga delante. Probablemente su punto débil esté en creerse lo que son. Si lo consiguen, prácticamente parecen imparables.
Sus dos armas más importantes están arriba, cerca de la portería, y son Harry Kane y Dele Alli. Entre ambos acumulan 36 goles y 10 asistencias en Premier League. Unos números impresionantes si tenemos en cuenta la edad de ambos (23 y 21 años respectivamente). Pero lejos de las cifras, son la punta de lanza que mejor se integra en el juego del Tottenham. Un juego donde mover el balón rápido, ofrecer apoyos y la movilidad de los futbolistas se vuelve vital para batir a los rivales. Kane en la delantera es el punta perfecto para su equipo. Sabe salir a la frontal y combinar, buscar disparos lejanos (muy peligroso cuando consigue perfilarse) y pisar área cuando es necesario. Le gusta estar presente y ser siempre una opción. Dele Alli por su parte es el complemento perfecto para la línea de ataque y la del centro del campo. Es un hilo conductor que con su movilidad y capacidad para encarar genera situaciones de peligro. Interpreta muy bien el juego y sus compañeros aprovechan su capacidad de llegada para sacar partido de lo que hace.
Una oportunidad para redimirse
El Arsenal está viviendo la peor temporada de la "era Wenger". Todo el entorno del club actualmente parece un conjunto de ingredientes para hacer un cóctel explosivo. Los jugadores parecen haber perdido la confianza, y su entrenador también. A ello se le une una vergonzosa guerra civil que mantienen los aficionados del equipo, unos en defensa del entrenador y otros que no (vergonzoso por los radicales, claro) que no beneficia a nadie. Probablemente nunca había sembrado tantas dudas el equipo en todos los años del técnico francés en Londres. Y es que esta temporada parece haberse perdido por completo la entidad de la que dotó al equipo, y los partidos del Arsenal dan la sensación de dar lugar a la improvisación de cara a ganar al rival. Pero si algo sostiene al Arsenal esta temporada, con los objetivos de siempre mas lejos que nunca, ese es Alexis Sánchez. Probablemente el único jugador dotado para hacer que dentro de todo el caos haya momentos de armonía. El chilo lo es todo ahora mismo.
El juego del Arsenal actualmente no tiene un rumbo fijo. El equipo más que nunca parece intentar desbordar por las bandas con los laterales, pero no lo llegan a hacer de una forma efectiva. Mientras que siempre fue un equipo que por dentro combinó bien, ahora mismo toda la zona del centro del campo y la mediapunta parece huérfana de ideas. Pero Alexis Sánchez es el motivo de sacar una sonrisa (19 goles y 9 asistencias en Premier League). Últimamente juega incrustado en la banda izquierda, pero realmente juega de todocampista. Es el futbolista que más corazón tiene de la plantilla, y el que mejores intenciones muestra con cada posesión de la que dispone su equipo. El Arsenal ahora mismo es débil atacando y defendiendo, pero el chileno siempre tiene tiempo para hacer magia, para intentar que lo imposible se pueda tocar con los dedos de las manos.
Un escenario donde triunfar
Esta primera temporada del Manchester City de la mano de Guardiola ha sido un cúmulo de sensaciones. Cabe destacar que no han sido las mejores, pero también ha dejado cosas interesantes. Lejos de ser un equipo fiable, aún, el técnico español se ha visto marcado en su planificación por la falta de un pivote como tal dentro de su plantilla. Pese a los intentos de hacer fructífera su apuesta con Fernandinho en el medio (e incluso Yaya Touré), el no tener un Busquets o Xabi Alonso dentro de la plantilla han acabado mostrando a un equipo endeble. Y es que pese a que es el equipo que más posesión promedia en Premier League, el club de Manchester dista de ser lo que Guardiola quiere. Una plantilla más adecuada ahora mismo a aprovechar un juego de transiciones y ataque-defensa, donde intentar salir airoso haciendo valer su calidad arriba frente a su poca seguridad defensiva. Pese a ello, los últimos encuentros que han disputado no han dejado malas sensaciones, sobre todo comparando a cómo sobre el inicio de temporada les costaba mover la pelota y crear ocasiones de peligro.
Y si algo representa ahora mismo al Manchester City y les hace mejor equipo son tres figuras: Silva, Sané y Agüero. El español probablemente es el jugador más influyente en la temporada de Guardiola. Pese a mostrar su mayor relevancia en la mediapunta, de él nace el juego de su equipo. Con su libertad (aunque suele jugar en la zona izquierda del campo) generalmente otorga a sus compañeros un pase seguro, y lejos de complicarse a la hora de soltarla, busca las mejores soluciones. En ese concepto de pasar, moverse, recibir, pasar...probablemente es el que mejor entiende lo que quiere el técnico catalán. Gracias a él su equipo se establece mejor en campo rival y la pelota fluye mejor. Por otra parte, Leroy Sané haya sido la gran noticia de la temporada del Manchester City. Teniendo en cuenta que es un recién llegado, se ha hecho muy importante dentro del equipo. Juega en la izquierda, pero sobre todo ha sabido comprender que tiene la capacidad de, asociado con Silva sobre todo, generar una gran cantidad de ocasiones. En el uno contra uno es un peligro, pero buscando la espalda de los defensores por la banda también hace mucho daño. Además, lee muy bien aquellas jugadas que llegan por el otro costado y que él tiene la posibilidad de finalizar. Su temporada ha sido un crecimiento constante. En último lugar Agüero ha empezado a responder con lo que se le pedía. Su campaña ha sido una montaña rusa donde la llegada de Gabriel Jesús le puso en la sombra. No obstante, la lesión del brasileño ha hecho que Agüero volviera y a base de corazón marcara goles. No está en el mejor momento de su carrera ni nada por el estilo, pero su capacidad de sacrificio en el equipo hacen que sea un peligro.
El Chelsea llega en un momento con ciertas dudas. Y no sería algo de gran importancia si no fuera porque estamos en el sprint final de la temporada. Su enfrentamiento ante el Tottenham puede suponer un doble camino para el equipo de Conte. Y es que junto a Mourinho, Pochettino ha sido el entrenador que mejor ha sabido neutralizar al Chelsea, y más le ha apretado las tuercas. A estas alturas de la temporada el desgaste físico va unido a la capacidad mental, y ahí es donde más tiene que creer el Chelsea en lo que está haciendo para sacar fuerzas de flaqueza. El técnico italiano ha sabido llevar bien a sus jugadores, ha instaurado una forma de jugar y ha conseguido hacerla efectiva. A veces les cuesta más, otras menos, pero la fiabilidad que han ofrecido a lo largo de la temporada no se puede poner en duda. Ahora se enfrentará a su mayor rival tanto en FA Cup (como es obvio), como en la Premier League. Una victoria o una derrota podrían suponer un todo o nada.
Y las dos piezas que más hacen funcionar, o que recogen toda la esencia del Chelsea son dos: Hazard y Kanté. Probablemente los dos jugadores que mejor temporada han hecho del equipo, y que más importancia cobran en este final de temporada. Hazard es el jugador que crea en el Chelsea. Con la libertad que le ha ofrecido su entrenador, una vez su equipo se establece en campo rival es el que efectúa todo lo necesario para conseguir crear peligro. Es complicado frenarle, pero si se consigue como hizo Mourinho en el partido frente al Manchester United en Old Trafford, el Chelsea se apaga mucho. Por su parte Kanté es el generador de equilibrio. Cierto que a veces puede parecer "caótico" por todo lo que se mueve, pero genera una seguridad total ocupando los espacios. Es el primer eslabón dentro del sistema defensivo, y aunque en este aspecto es donde más destaca, esta temporada ha demostrado poder ser un apoyo con balón sin que sea su punto fuerte.
Pochettino en busca del premio
Uno ve los resultados del Tottenham, unido a su juego, y es complicado explicarse cómo no han ganado nada de momento. La llegada de Pochettino ha dado al equipo londinense clarividencia, que era posiblemente lo que más hacía falta dentro del club. El argentino ha dotado a su equipo de unas bases, donde con la confianza de sus jugadores ha hecho que posiblemente, en las dos últimas temporadas haya sido el mejor equipo de Inglaterra. Saben jugar con el balón, aprovechar los espacios cuando lo tienen menos, defienden bien...Y se desenvuelven bien en varios sistemas que les hacen más peligrosos de cara a enfrentarse con cualquier tipo de rival. Ante el Chelsea esta temporada han tenido dos enfrentamientos, uno lo perdieron 2-1 tras un gran primer tiempo, y en el segundo ganaron con contundencia 2-0 demostrando que pueden frenar a cualquier equipo que se les ponga delante. Probablemente su punto débil esté en creerse lo que son. Si lo consiguen, prácticamente parecen imparables.
Sus dos armas más importantes están arriba, cerca de la portería, y son Harry Kane y Dele Alli. Entre ambos acumulan 36 goles y 10 asistencias en Premier League. Unos números impresionantes si tenemos en cuenta la edad de ambos (23 y 21 años respectivamente). Pero lejos de las cifras, son la punta de lanza que mejor se integra en el juego del Tottenham. Un juego donde mover el balón rápido, ofrecer apoyos y la movilidad de los futbolistas se vuelve vital para batir a los rivales. Kane en la delantera es el punta perfecto para su equipo. Sabe salir a la frontal y combinar, buscar disparos lejanos (muy peligroso cuando consigue perfilarse) y pisar área cuando es necesario. Le gusta estar presente y ser siempre una opción. Dele Alli por su parte es el complemento perfecto para la línea de ataque y la del centro del campo. Es un hilo conductor que con su movilidad y capacidad para encarar genera situaciones de peligro. Interpreta muy bien el juego y sus compañeros aprovechan su capacidad de llegada para sacar partido de lo que hace.
Una oportunidad para redimirse
El Arsenal está viviendo la peor temporada de la "era Wenger". Todo el entorno del club actualmente parece un conjunto de ingredientes para hacer un cóctel explosivo. Los jugadores parecen haber perdido la confianza, y su entrenador también. A ello se le une una vergonzosa guerra civil que mantienen los aficionados del equipo, unos en defensa del entrenador y otros que no (vergonzoso por los radicales, claro) que no beneficia a nadie. Probablemente nunca había sembrado tantas dudas el equipo en todos los años del técnico francés en Londres. Y es que esta temporada parece haberse perdido por completo la entidad de la que dotó al equipo, y los partidos del Arsenal dan la sensación de dar lugar a la improvisación de cara a ganar al rival. Pero si algo sostiene al Arsenal esta temporada, con los objetivos de siempre mas lejos que nunca, ese es Alexis Sánchez. Probablemente el único jugador dotado para hacer que dentro de todo el caos haya momentos de armonía. El chilo lo es todo ahora mismo.
El juego del Arsenal actualmente no tiene un rumbo fijo. El equipo más que nunca parece intentar desbordar por las bandas con los laterales, pero no lo llegan a hacer de una forma efectiva. Mientras que siempre fue un equipo que por dentro combinó bien, ahora mismo toda la zona del centro del campo y la mediapunta parece huérfana de ideas. Pero Alexis Sánchez es el motivo de sacar una sonrisa (19 goles y 9 asistencias en Premier League). Últimamente juega incrustado en la banda izquierda, pero realmente juega de todocampista. Es el futbolista que más corazón tiene de la plantilla, y el que mejores intenciones muestra con cada posesión de la que dispone su equipo. El Arsenal ahora mismo es débil atacando y defendiendo, pero el chileno siempre tiene tiempo para hacer magia, para intentar que lo imposible se pueda tocar con los dedos de las manos.
Un escenario donde triunfar
Esta primera temporada del Manchester City de la mano de Guardiola ha sido un cúmulo de sensaciones. Cabe destacar que no han sido las mejores, pero también ha dejado cosas interesantes. Lejos de ser un equipo fiable, aún, el técnico español se ha visto marcado en su planificación por la falta de un pivote como tal dentro de su plantilla. Pese a los intentos de hacer fructífera su apuesta con Fernandinho en el medio (e incluso Yaya Touré), el no tener un Busquets o Xabi Alonso dentro de la plantilla han acabado mostrando a un equipo endeble. Y es que pese a que es el equipo que más posesión promedia en Premier League, el club de Manchester dista de ser lo que Guardiola quiere. Una plantilla más adecuada ahora mismo a aprovechar un juego de transiciones y ataque-defensa, donde intentar salir airoso haciendo valer su calidad arriba frente a su poca seguridad defensiva. Pese a ello, los últimos encuentros que han disputado no han dejado malas sensaciones, sobre todo comparando a cómo sobre el inicio de temporada les costaba mover la pelota y crear ocasiones de peligro.
Y si algo representa ahora mismo al Manchester City y les hace mejor equipo son tres figuras: Silva, Sané y Agüero. El español probablemente es el jugador más influyente en la temporada de Guardiola. Pese a mostrar su mayor relevancia en la mediapunta, de él nace el juego de su equipo. Con su libertad (aunque suele jugar en la zona izquierda del campo) generalmente otorga a sus compañeros un pase seguro, y lejos de complicarse a la hora de soltarla, busca las mejores soluciones. En ese concepto de pasar, moverse, recibir, pasar...probablemente es el que mejor entiende lo que quiere el técnico catalán. Gracias a él su equipo se establece mejor en campo rival y la pelota fluye mejor. Por otra parte, Leroy Sané haya sido la gran noticia de la temporada del Manchester City. Teniendo en cuenta que es un recién llegado, se ha hecho muy importante dentro del equipo. Juega en la izquierda, pero sobre todo ha sabido comprender que tiene la capacidad de, asociado con Silva sobre todo, generar una gran cantidad de ocasiones. En el uno contra uno es un peligro, pero buscando la espalda de los defensores por la banda también hace mucho daño. Además, lee muy bien aquellas jugadas que llegan por el otro costado y que él tiene la posibilidad de finalizar. Su temporada ha sido un crecimiento constante. En último lugar Agüero ha empezado a responder con lo que se le pedía. Su campaña ha sido una montaña rusa donde la llegada de Gabriel Jesús le puso en la sombra. No obstante, la lesión del brasileño ha hecho que Agüero volviera y a base de corazón marcara goles. No está en el mejor momento de su carrera ni nada por el estilo, pero su capacidad de sacrificio en el equipo hacen que sea un peligro.
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