Fotografía: liverpoolfc.com |
No es fácil abordar el fichaje de Shaqiri por el Liverpool. Desde que despuntara en el Basel hasta lo más presente de su Mundial. siempre ha sido un jugador que ha llevado cierta exigencia a su espalda. Seguramente esto siempre se ha dado por las condiciones que ha tenido. No obstante, el "pero" siempre ha llegado en las ocasiones que ha demostrado el futbolista que es. Desde que aterrizara en Inglaterra para comandar al Stoke City, ha tenido sus más y sus menos en este aspecto. Seguramente nunca haya demostrado el gran valor que puede ofrecer a un equipo en su totalidad. Pero la responsabilidad no cae solo sobre él, ya que rara vez le han arropado en base al valor que podía tener.
Su fichaje por el equipo de Merseyside supone dos cosas para los de Klopp. Por un lado una oportunidad, ya que el descenso del Stoke City puso sobre el mercado a Shaqiri por un precio seguramente menor al que podría haber tenido en otro contexto (mencionando además por el propio jugador que no quería jugar en Championship). Y por otro lugar, un fichaje necesario para seguir ampliando una plantilla que se vuelve a enriquecer en el verano. Su llegada pone sobre el banquillo del alemán un perfil más para el ataque que puede ser un complemento de lo que hay, y que además es diferente a los principales protagonistas ofensivos.
¿Qué puede ofrecer Shaqiri a Klopp?
Lo principal es que Shaqiri ofrece a su nuevo entrenador profundidad de banquillo. Sin mejorar, a priori, a los principales atacantes de la plantilla, el suizo es una opción que llega para cobrar importancia como "jugador número 12". De esta forma el Liverpool se enriquece con su fichaje. Lo más importante posiblemente sea el rol que gana el equipo con él. Un futbolista distinto a los atacantes que tiene Klopp. Shaqiri no es un finalizador, sino que es un intermediario para que los ataques sean mejores. Es cierto que en su nuevo club las cosas cambian, pero en el Stoke City siempre se vio su mejor versión cuando tomo ciertas responsabilidades para ayudar a subir el balón. Es por eso que partiendo desde la derecha es un jugador que aprovecha bien toda su zona del campo (sector derecho) interveniendo desde el centro del campo hasta el área rival. El Liverpool gana un futbolista que ocupa bien la banda, orientando bien los ataques hacia el tratar de profundizar por el costado o buscar una posición más central para combinar o tratar de encontrar algún pase.
En este sentido, pocas veces se le ha visto alejado de la banda derecha al atacar. Es por eso que es una incógnita si le utiliza el técnico alemán en otro lugar qué rendimiento ofrecerá. No obstante en comparación a Salah, que es el futbolista que ocupa la misma posición, el club gana un jugador en cierta manera opuesto. Si con el egipcio hemos visto una gran incidencia en la finalización, Shaqiri posiblemente sea una ayuda para el centro del campo. Esto no le resta importancia a la hora de aportar en los últimos metros del campo, pero cabe destacar que nunca se ha visto en un contexto donde las posibilidades combinativas y asociativas sean tan amplias. El Liverpool le ofrece compañeros con los que tendrá que compartir zonas, donde seguramente Klopp le otorgue cierta libertad al atacar. Shaqiri es capaz de ayudar a los interiores sin olvidarse de la importancia que podría tener cerca del área rival. No es un futbolista que finalice, sino que más bien busca el balón para tratar de dar soluciones.
La gran incógnita va ligada a su regularidad. Siempre ha sido un futbolista irregular y que ha rendido a tramos. Esta última temporada en el Stoke City posiblemente haya sido la mejor desde que está en la Premier League en cuanto a nivel y participación en el equipo. Pese al descenso, se echo todo a la espalda para tratar de salvar la categoría (8 goles y 7 asistencias con un final de temporada de gran temple). No obstante hay que verle ahora en un equipo que puede sacar mucho más de él y donde los ataques necesitan de la participación de los delanteros. El suizo es un jugador que trata de aprovechar bien las cosas cuando tiene el balón en los pies. Seguramente la facilidad que tiene para dar pases al hueco sea algo destacable, siendo en el Stoke City una de las cosas que más mostraba a través de desplazamientos en largo o en corto a los desmarques de sus compañeros. Su golpeo de balón es otra de las cosas a tener en cuenta, sobre todo cuando se acerca al área o tiene la oportunidad de tirar a balón parado. Shaqiri es un futbolista al que le falta ser constante a lo largo de los partidos y las jornadas. Llega a un club con un entrenador que le puede ofrecer todo para que las cosas sean favorables. Seguramente esta sea la oportunidad que se esperaba para intentar ver, por fin, todo su potencial de forma continua.
Su fichaje por el equipo de Merseyside supone dos cosas para los de Klopp. Por un lado una oportunidad, ya que el descenso del Stoke City puso sobre el mercado a Shaqiri por un precio seguramente menor al que podría haber tenido en otro contexto (mencionando además por el propio jugador que no quería jugar en Championship). Y por otro lugar, un fichaje necesario para seguir ampliando una plantilla que se vuelve a enriquecer en el verano. Su llegada pone sobre el banquillo del alemán un perfil más para el ataque que puede ser un complemento de lo que hay, y que además es diferente a los principales protagonistas ofensivos.
¿Qué puede ofrecer Shaqiri a Klopp?
Lo principal es que Shaqiri ofrece a su nuevo entrenador profundidad de banquillo. Sin mejorar, a priori, a los principales atacantes de la plantilla, el suizo es una opción que llega para cobrar importancia como "jugador número 12". De esta forma el Liverpool se enriquece con su fichaje. Lo más importante posiblemente sea el rol que gana el equipo con él. Un futbolista distinto a los atacantes que tiene Klopp. Shaqiri no es un finalizador, sino que es un intermediario para que los ataques sean mejores. Es cierto que en su nuevo club las cosas cambian, pero en el Stoke City siempre se vio su mejor versión cuando tomo ciertas responsabilidades para ayudar a subir el balón. Es por eso que partiendo desde la derecha es un jugador que aprovecha bien toda su zona del campo (sector derecho) interveniendo desde el centro del campo hasta el área rival. El Liverpool gana un futbolista que ocupa bien la banda, orientando bien los ataques hacia el tratar de profundizar por el costado o buscar una posición más central para combinar o tratar de encontrar algún pase.
En este sentido, pocas veces se le ha visto alejado de la banda derecha al atacar. Es por eso que es una incógnita si le utiliza el técnico alemán en otro lugar qué rendimiento ofrecerá. No obstante en comparación a Salah, que es el futbolista que ocupa la misma posición, el club gana un jugador en cierta manera opuesto. Si con el egipcio hemos visto una gran incidencia en la finalización, Shaqiri posiblemente sea una ayuda para el centro del campo. Esto no le resta importancia a la hora de aportar en los últimos metros del campo, pero cabe destacar que nunca se ha visto en un contexto donde las posibilidades combinativas y asociativas sean tan amplias. El Liverpool le ofrece compañeros con los que tendrá que compartir zonas, donde seguramente Klopp le otorgue cierta libertad al atacar. Shaqiri es capaz de ayudar a los interiores sin olvidarse de la importancia que podría tener cerca del área rival. No es un futbolista que finalice, sino que más bien busca el balón para tratar de dar soluciones.
La gran incógnita va ligada a su regularidad. Siempre ha sido un futbolista irregular y que ha rendido a tramos. Esta última temporada en el Stoke City posiblemente haya sido la mejor desde que está en la Premier League en cuanto a nivel y participación en el equipo. Pese al descenso, se echo todo a la espalda para tratar de salvar la categoría (8 goles y 7 asistencias con un final de temporada de gran temple). No obstante hay que verle ahora en un equipo que puede sacar mucho más de él y donde los ataques necesitan de la participación de los delanteros. El suizo es un jugador que trata de aprovechar bien las cosas cuando tiene el balón en los pies. Seguramente la facilidad que tiene para dar pases al hueco sea algo destacable, siendo en el Stoke City una de las cosas que más mostraba a través de desplazamientos en largo o en corto a los desmarques de sus compañeros. Su golpeo de balón es otra de las cosas a tener en cuenta, sobre todo cuando se acerca al área o tiene la oportunidad de tirar a balón parado. Shaqiri es un futbolista al que le falta ser constante a lo largo de los partidos y las jornadas. Llega a un club con un entrenador que le puede ofrecer todo para que las cosas sean favorables. Seguramente esta sea la oportunidad que se esperaba para intentar ver, por fin, todo su potencial de forma continua.
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