No fue el mejor comienzo para Inglaterra en el primer partido del Europeo sub-21 de Polonia. Abriendo el torneo frente a la vigente campeona, los de Bothroyd dejaron un cúmulo de sensaciones que al menos son más positivas que en las últimas dos ediciones del torneo (donde Inglaterra quedó última de su grupo en ambas ocasiones). Pese a ello, al combinado inglés le faltó determinación con balón, y sobre todo afán de dominio para llevarse un partido que estuvo más parejo de lo que pudo parecer, y donde por poco caen derrotados en esa falta de dar el paso final.
XI Inglaterra: Pickford-Holgate, Chambers, Mawson, Chillwell-Ward-Prowse, Chalobah-Jacob Murphy, Baker, Redmond-Tammy Abraham
El inicio de la selección inglesa no fue malo, siendo superiores durante el primer tramo de partido y minimizando a Suecia cada vez que tenían el balón. Cuando tenía que comenzar la jugada, Inglaterra se lo tomaba con calma y no se precipitaba en exceso con envíos complicados. Pese a ello no había una gran fluidez de balón, y generalmente cuando intentaban meter una velocidad más la pelota acababa en las bandas donde principalmente a través de Jacob Murphy por la banda derecha y con las incorporaciones de Chillwell por la izquierda, trataban de ganar acciones o colgar balones peligrosos al área. Inglaterra trató de profundizar sus bandas y mediante individualidades crear problemas que les pudieran otorgar ocasiones de peligro.
No obstante el dominio durante el primer tiempo, si es que se puede decir que alguna de las dos selecciones dominó, fue compartido. Cuando Suecia pudo tener un poco más la pelota se quitó presión. Olsson retrasaba unos metros para ayudar en el centro del campo y ahí los suecos aseguraban más los pases y sobre todo no dejaban que Inglaterra tuviera opciones de recuperar con facilidad y salir al contragolpe. Cabe destacar que defensivamente Suecia siempre estuvo entera. Bien cerrada por dentro ofrecía solamente las bandas como única posibilidad, y ahí una y otra vez conseguía que Inglaterra acabara siendo previsible.
Durante los segundos 45' el guión del partido fue más o menos parecido, con una Inglaterra que salió con mayor iniciativa, pero que ni se encontraba cómoda ni conseguía crear superioridades que le dieran la posibilidad de hacer gol (solamente creaban ocasiones claras mediante errores rivales en defensa), que eran muy pocos). Sin Baker o Redmond interviniendo con claridad y mejorando las posesiones, Suecia volvió a llevarse el partido a su terreno teniendo más el balón durante un tramo, y con un balón estrellado al larguero dejó en shock a la selección británica. A partir de ahí hubo un tira y afloja entre ambas selecciones donde hubo más intensidad que capacidad. Pasados los minutos y con el partido más equilibrado, Pickford, que apenas había tenido que intervenir en el partido (como el portero de Suecia) atajó un penalti para que su selección mantuviera el empate.
El partido no dio mucho más de sí, con ambas selecciones priorizando el no tener errores que el intentar de someter a su rival. Tal vez a Inglaterra le hicieron falta cambios que dieran un mayor juego interior, u ofrecieran un apoyo más en el centro del campo que otorgara al juego de más fluidez e ideas. No obstante las pocas ocasiones dejaron un empate que deja abierto el grupo.
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