La selección inglesa se jugaba un todo o nada frente a la selección del grupo A que mejores maneras demostró en la primera jornada del Europeo. Eslovaquia tenía la posibilidad de jugar con los nervios ingleses para sumar otros tres puntos y poner un pie en la siguiente ronda. Con toda la presión para los ingleses, Boothroyd hacía un cambio en su once. Daba entrada a John Swift y dejaba fuera a Jacob Murphy (uno de los mejores frente a Suecia). En ese movimiento trataba de ofrecer a su combinado mayor capacidad asociativa con un jugador que además tuviera presencia por dentro a la hora de atacar. Y su papel fue importante para el partido de su selección.
XI Inglaterra: Pickford-Holgate, Chambers, Mawson, Chillwell-Ward-Prowse, Chalobah, Baker-Swift, Tammy Abraham, Redmond
Inglaterra salió con la convicción de mandar en un partido que durante los primeros cuarentaicinco minutos no sintió suyo. La selección de Eslovaquia supo dominar el aspecto defensivo y a partir de ahí hacer que los minutos fueran yendo a su favor. Bien juntos y de forma solidaria, apagaron las luces de Inglaterra, que ya de por sí tenía pocas ideas para subir el balón. La poca movilidad de los jugadores ingleses, ofreciendo pocas vías de pase y sin encontrar muchos apoyos dificultó que se asentaran arriba. Pese a que los ingleses quisieron asociarse más, cuando subían el balón no tenían compañía para crear peligro, y contra más cerca del área de Eslovaquia se encontraban (sin ideas), más cómodo estaba su rival. Lo más destacable en este aspecto fue el rol de Swift, quien buscó asociarse, moverse y tocar el balón rápido. Probablemente lo más destacado de Inglaterra porque comprendió que para descolocar a la defensa rival había que hacer las cosas rápido.
La incomodidad con balón contrastaba cuando no lo tenían, donde Inglaterra pese a sufrir en alguna ocasión no se mostraba insegura. Poniendo un marcaje al hombre sobre Lobotka (Swift se encargó de estar encima de él cada vez que su selección tenía que iniciar el juego), Inglaterra pretendió que Eslovaquia no pudiera subir cómoda con el balón, forzando al juego directo y a partir de ahí tratar de minimizar las segundas jugadas. Aún así Eslovaquia, que durante el primer tiempo no consiguió plantarse arriba de forma clara, si trato de salir por la banda como alternativa. Gracias a uno de esos momentos de juego disputado, en el minuto 23 en una jugada a balón parado consiguieron ponerse por delante en el marcador. Todo el peso del partido recaía sobre Inglaterra.
En el segundo tiempo la selección inglesa pretendió ser más directa. Pese a la falta de ideas salió con ganas tras el descanso, y junto al cambio de Jacob Murphy, que entró como lateral por Holgate, los ingleses siguieron en la dinámica con la que acabaron el primer tiempo incomodando a su rival. Así llegó el empate (con algo de fortuna) de Mawson. Y gracias a la tendencia de Inglaterra, aunque Eslovaquia parecía haberse repuesto bien del golpe del gol en contra, una lucha entre Tammy Abraham que sacó a la defensa eslovaca de zona hizo que el balón cayera en los pies de Ward-Prowse, que de forma inteligente cambió el balón de banda al espacio para que Redmond aprovechara a romper para dentro y marcar el segundo gol (minuto 61). Unos minutos de lucidez de Inglaterra, con un Redmond que comprendió que su selección le necesitaba, le valieron para ponerse por delante en el marcador y quitarse los problemas de encima. Desde ese momento hasta el final del partido Eslovaquia llevó todo el peso. Insistieron una y otra vez para llegar a la portería de Pickford, pero les faltó que el último toque fuera mejor. Los eslovacos movieron bien el balón, abriendo las bandas con los laterales para que estos encontraran situaciones favorables en el último pase. Pero aunque Inglaterra no supuso un problema cuando salía al contragolpe, acabaron sucumbiendo.
Mención especial al partido de Skriniar, central eslovaco. Tuvo un duelo con Tammy Abraham increíble. Durante un tiempo del partido el defensa de Eslovaquia consiguió ganar los duelos, tanto cerca del área como a campo abierto, pero posteriormente el delantero inglés consiguió equilibrar la balanza para ayudar a su selección a remontar. No obstante, como ya hiciera la primera jornada su compañero Lobotka (en el centro del campo), Skriniar deja una de las actuaciones del torneo, ya que tanto cerca como lejos de su portería pareció impenetrable, perdiendo muy pocos duelos en el juego directo o cuando le intentaron regatear.
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