La selección inglesa está viviendo una nueva etapa. En la búsqueda del camino correcto para encontrar el éxito, Gareth Southgate ha ido introduciendo cosas para que esta selección tenga alternativas y formas de distinguirse. Además, posiblemente hizo una de las cosas más importantes para el combinado de cara al futuro, y es la de buscar un nuevo baluarte que encabece este nuevo periodo. Sin un Wayne Rooney en buen estado, apenas jugando en el Manchester United y con posibilidad de irse fuera del fútbol europeo, dejó de contar para su seleccionador. Y con ello ha llegado tras un tiempo el nuevo capitán de la era Southgate: Harry Kane.
Harry Kane es la viva imagen de lo que tiene que ser la nueva Inglaterra. Un equipo ambicioso y con ganas de ser los mejores. El ariete inglés tiene todo para ser el capitán de su selección durante muchos años. En el Tottenham ya ha demostrado madera de líder, y sobre todo se encuentra en un momento donde su crecimiento como futbolista le ha llevado a ser la mejor opción para que no solamente sus actuales compañeros se vean reflejados en él, sino para que las generaciones futuras que tantos éxitos están cosechando estos meses (subcampeones del Europeu sub-17, campeones del Torneo de Toulon con un equipo sub-20 y campeones del Mundial sub-20) tengan alguien con los pies en el suelo para mirarse en el espejo, y que a su vez tenga un gran compromiso.
Esta nueva etapa tiene que ser para Inglaterra un renacer. Necesitan de un seleccionador que tenga ganas de que su equipo sea el mejor (independientemente de que luego pueda ocurrir o no), con unos jugadores que apoyen su idea y se sientan identificados con lo que se quiere hacer. La selección inglesa tiene una plantilla joven, donde pese a no contar en algunos casos con primeras estrellas mundiales, si cuenta con futbolistas que pueden acabar siendo relevantes en el panorama futbolístico. Y parece que con la elección de su capitán, Southgate pretende que Harry Kane sea quien represente lo que quiere sobre el campo y se lo de a entender a sus compañeros también.
El delantero inglés no es solamente goles, es la punta de lanza para que Inglaterra crezca. Un futbolista moderno que tiene que marcar la diferencia y el camino en una selección que necesitaba savia nueva y se veía obsoleta. De la misma forma que Harry Kane quiere comerse el panorama futbolístico, Inglaterra tiene que querer comerse a las demás selecciones. La tarea no será fácil, el camino no será sencillo, pero las nuevas piezas están siendo elegidas para que todo vaya cogiendo forma. La nueva imagen de Inglaterra tiene que romper con el pasado para que el futuro sea mejor.
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