Fotografía: rousingthekop.com |
No solo vive el Liverpool de sus protagonistas. Klopp ha conseguido ir integrando poco a poco a actores secundarios dentro de una plantilla que necesitaba reforzarse mentalmente en algunos aspectos. Y esta temporada, con la baja en el lateral derecho y la pugna de un puesto en el lateral izquierdo, ha conseguido un equilibrio que ha agradecido su defensa. Es cierto que la llegada de Van Dijk es el punto de inflexión dentro de la temporada del Liverpool defensivamente, pero el consolidar ciertas piezas que acompañen a una buena dinámica ha supuesto también un paso importante de cara a mostrar una mejor cara. Y en ese sentido, Alexander-Arnold por la derecha y Robertson por la izquierda han revitalizado a su equipo. Dos futbolistas que lejos de ser inconsistentes, han ido mostrando una mayor entereza con el paso de la temporada. Uno aprovechando la baja de Clyne en el costado derecho, el otro ganando la partida a un Alberto Moreno que nunca llegó a consolidarse del todo pese a comenzar la campaña como titular. Dos futbolistas que en la sombra están teniendo su importancia.
La consolidación del lateral izquierdo
La consolidación del lateral izquierdo
La llegada de Robertson podía sembrar alguna duda acerca de cómo se había reforzado el Liverpool en el lateral izquierdo. No obstante, hablaba bien de él que pese a haber formado parte del Hull City, que había descendido a Championship, había sido de lo mejor de su equipo. Y el tiempo acabó dando la razón al escocés. No comenzó como titular, y aunque Klopp le dio algún que otro minuto comenzó contando por detrás de Alberto Moreno. Pese a ello, más que un sprint Robertson afrontó la suplencia como una carrera de fondo. Y el tiempo le dio la razón, pues con trabajo en los entrenamientos y asimilando bien lo que le podían pedir, unido a buenas actuaciones cuando jugaba, le acabaron llevando a la titularidad. A partir de ahí el puesto del lateral izquierdo fue suyo, y con ello el Liverpool vio incrementado el nivel en una posición donde había cierta inconsistencia con Alberto Moreno. Es por ello que gracias a la dinámica defensiva, Robertson no solamente se contagió. sino que aportó un granito de arena para que su equipo creciera en esa faceta.
Robertson es un lateral completo, con una gran capacidad para atacar y defender. Ofensivamente es un futbolista que ataca muy bien todos los espacios que le deja Mané por delante. Es por ello que cuando sube la banda se convierte en suya. Y aunque generalmente su fuerte es correr cerca de la línea de cal para alcanzar la línea de fondo, no siempre opta por esa opción para poder hacer daño al rival. Es capaz de integrarse más hacia dentro para colgar centros o realizar pases rasos antes de llegar al final del campo. Su interpretación de los pases que pueden darle sus compañeros cuando corre es buena, y también es capaz de sembrar algo de peligro con el balón en los pies. En este sentido, ese manejo de la pelota, no excelente pero si correcto, le dan la posibilidad de combinar para salir de forma rápida al ataque. Pero no solamente ofensivamente muestra una buena faceta, sino que defensivamente es capaz de medirse a cualquier tipo de rival. Rápido en el uno contra uno defiende bien toda la banda y los espacios que se pueden generar en ella, yendo seguro cuando tiene que meter el pie. Esto demuestra generalmente que es un jugador que no suele perder la concentración, ya que aguanta bien el medirse en cualquier situación, incluidos los balones aéreos. Seguramente uno de los aspectos que más tiene que mejorar sea el golpeo de balón a la hora de intentar centrar desde la banda, pero pese a ello ha aportado al Liverpool cosas que faltaban en el equipo.
Una noticia positiva en la derecha
La alargada baja de Clyne no ha sido algo sencillo para el Liverpool. Ante ello, Klopp trató de reponerse a esto con el uso de Joe Gómez y Alexander-Arnold como laterales. En un principio la inexperiencia del segundo llevó a que el primero fuera el más utilizado en el lateral. Y aunque su imagen fue correcta, seguramente sus aptitudes (más guiadas a las de jugar como central), le llevaron a aportar cosas en lo defensivo pero faltándole capacidad en lo ofensivo. Además, algún que otro error le acabaron llevando a que en un momento importante de la temporada Alexander-Arnold le quitara el puesto en el costado. Y es ahí donde en el último mes aproximadamente el joven futbolista inglés se ha crecido. Su temporada comenzó siendo algo tímida, y aunque vislumbraba cualidades que podían explotarse de cara al futuro, su inexperiencia la acababa pasando factura en más de una ocasión. Pero poco a poco se fue reforzando mentalmente, y algo que refleja muy bien esto fue su eliminatoria frente al Manchester City. Teniendo que medirse a Leroy Sané, el jugador inglés pasó el examen con nota en la faceta defensiva, soltándose en alguna ocasión a la hora de atacar.
De menos a más, Alexander-Arnold es un futbolista de 19 años al que le queda mucho por aprender. Aún así, está en un momento de la temporada donde se ha contagiado de la confianza infinita de Klopp y su equipo. Y eso para transformarse no tiene precio. Su eliminatoria ante el Manchester City pareció impropia de un jugador de su edad. Maduro en sus acciones, es un lateral al que aún le falta formarse aunque asimile bien los ataques rivales. Seguramente por eso en defensa es donde más se le suele ver. Es rápido, más que correcto a la hora de enfrentarse en el uno contra uno, teniendo una buena cintura de cara a los regates que le puedan hacer los rivales. Cuando se enfrenta solamente a un futbolista sufre menos que cuando le buscan con la incorporación de un lateral por ejemplo. Es por eso que ahora mismo su gran fuerte reside en frenar a quien le toque tener en frente en el cara a cara. Pero es rápido de cara a guardar su banda, y con frecuencia trata de quitar el balón de los pies a sus contrincantes, ya sea para robar la pelota o para despejarla. En ataque es un jugador con mucho potencial. Seguramente no tiene aún la confianza total para incorporarse con mayor frecuencia, pero cuando lo hace para aprovechar la banda que deja Salah, demuestra ser un jugador con buena conducción, buen desplazamiento de balón e incluso un buen golpeo. Es por eso que es algo en lo que apetece verle más, y que seguramente a medida que pase el tiempo y tenga mayor desparpajo, acabará aprovechando el Liverpool en mayor medida.
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