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| Fotografía: mancity.com |
Se ha perdido la cuenta de las veces que Raheem Sterling ha dicho que Pep Guardiola le ha ayudado a mejorar como futbolista. Seguramente, la transformación (o evolución) del inglés, sea uno de los mayores cambios que ha habido en la Premier League en los últimos años. El técnico del Manchester City ha dado una vuelta absoluta a la carrera del jugador británico, y ha conseguido que sea un atacante excelente, pero sobre todo un futbolista inteligente. Sterling ha pasado de la exclusividad de su verticalidad, a la adaptación a las jugadas para sumar en todos los contextos posibles.
Lo que mejor representa el cambio de Sterling esta temporada, o el salto cualitativo que ha tenido, ha sido la variedad que ha tenido jugando. Para Guardiola no solamente ha sido un futbolista que desequilibre los ataques en el área rival. El técnico español le ha utilizado en varias posiciones, y siempre orientándole además a agilizar el juego de su equipo. Como delantero, como extremo por la banda derecha (su zona buena), por la banda izquierda, como interior (de forma más esporádica que continua)...el inglés ha sido un jugador que ha repercutido a lo largo de la temporada en lo que ha podido hacer su entrenador, y en lo que ha hecho su equipo, y por ello ha sido elegido como uno de los mejores futbolistas en la campaña Premier League.
Sterling en varias funciones
El juego de Sterling se ha ido templando desde la llegada de Guardiola. Siempre dio la sensación de ser un jugador hiperactivo, que cada vez que cogía el balón siempre quería ir hacia delante sin importar mucho el cómo. Por ello en muchas ocasiones se precipitaba, porque lo suyo era encarar al rival y ahí esperar a ver qué podía suceder. No obstante, su evolución cada vez se ha orientado más a la de ser un jugador más inteligente en sus acciones, y más calculador. Pese a ello, no ha perdido tampoco esa vena impulsiva que en más de una ocasión viene bien al Manchester City para desatascar partidos. Pero ahora es un jugador que piensa más con el balón en los pies, y sobre todo piensa en actuar menos por si mismo.
Su fútbol se ha orientado a poder repercutir dentro del área de muchas formas, pero también fuera de ella. Cuando está en el área Sterling es un futbolista letal. Impredecible en el uno contra uno para el rival, con capacidad para ir hacia línea de fondo o buscar un recorte para orientarse hacia el disparo o dar un pase que conlleve peligro, y a su vez también ha mejorado mucho su capacidad de desmarque frente a los pases de sus compañeros. Y fuera del área se ha convertido en una pieza que busca mejor lo que hacer en las jugadas. Ha comprendido que el cómo y dónde es tan importante para lo que haga él, pero también para lo que puedan hacer sus compañeros. Por ello elige mejor qué hacer con balón y sin el. Piensa cómo ser eficaz fuera del área para que posteriormente tenga la posibilidad de aparecer en ella y ser letal de la misma manera. Por ello la riqueza de su juego se ve en los movimientos que hace, desde el mostrarse como apoyo ante un compañero, pasando por una recepción para buscar un disparo o pase, como en el desmarque que le deje solo frente a la portería.
Sterling esta temporada ha alcanzado 17 goles y 10 asistencias en Premier League. Se ha quedado cerca de superar sus mejores números que fueron la temporada pasada, pero fuera de datos, parece haber alcanzado ese punto de madurez que también ha potenciado su juego. Guardiola llegó al Manchester City y en los medios ingleses el jugador más mencionado para su salida fue el jugador inglés. Pero no, el técnico catalán ha ido introduciéndole cosas para que sea un atacante más completo. Por esto da igual el contexto con el que se encuentre de cara el Manchester City, el británico siempre suele ser uno de esos jugadores que no se achican y buscan hacer que su equipo crezca. Y es que seguramente a Sterling le hacía falta que le pidieran más cosas, que en un principio podían parecer impensables para él, para que consiguiera dominar casi cualquier tipo de situación.
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