martes, 9 de septiembre de 2014

Inglaterra rumbo a Francia 2016

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Inglaterra abría la veda en la fase de clasificación para la Eurocopa 2016. Una Eurocopa peculiar porque tendría un nuevo formato (clasificación de primero y segundo, junto al mejor tercero) y porque será en uno de los países donde más estrellas están emergiendo en el fútbol internacional (Francia). Una futura Eurocopa que además de poder ser apasionante, va a mostrar el camino que tiene que recorrer cada selección para llegar a jugar en dicha cita. Por su parte, la selección inglesa arrancaba su camino jugando ante Suiza, la que posiblemente será su rival de cara al primer puesto (salvo sorpresa). El partido se disputaba en St. Jakob-Park, por lo que daría lugar lejos de las islas. Y con este inicio de la fase de clasificación, Inglaterra comenzaba su andadura ante una selección que dejó muy buenas sensaciones en el Mundial, y con la vista puesta en Francia.


Inglaterra comenzó el partido con un ritmo alto y con cierta intensidad. A través de los tres jugadores que más atacaban (Sterling-Rooney-Welbeck) intentaba crear peligro con conducciones que en ocasiones no iban a ningún lado. En el centro del campo Henderson y Delph tenían el objetivo de incorporarse en ataque cuando fuera necesario y de cubrir bien tanto el centro del campo como las bandas. Y en la base de la jugada se encontraba Wilshere, al que parece que Roy Hodgson va a dar la llave de este nuevo ciclo. Y mientras se sucedían los ataques, Suiza comenzó a acomodarse en el partido, a buscar más el balón y crear problemas a Inglaterra. Los jugadores de ataque ingleses perdieron peso, comenzaron a estar más imprecisos y eso Suiza lo aprovechó. Según crecía el peso de Suiza en el partido, Inglaterra sufría más para defender. El centro del campo se veía superado, y la espalda de Wilshere era una constante para los jugadores suizos. A su vez, las bandas eran también un foco de ataque, ya que tanto Henderson como Delph no llegaban siempre para realizar apoyos a Baines y Stones. Inglaterra sufría y no encontraba solución para revertir la situación.

La mejor solución del equipo vino de la mano de Sterling. El jugador del Liverpool demuestra ser un líder en la sombra (pese a su juventud), y muestra una progresión espectacular. Cada vez comprende mejor el fútbol, y se aleja del prototipo de jugador rápido que era al principio para mostrar más cualidades en las que destaca. Con Inglaterra buscando el momento de crecer, Sterling encontró el problema del partido en el centro del campo, por lo que comenzó a ayudar más en esa zona. En algunas ocasiones retrocedía para ayudar a crear juego, y eso hizo que Inglaterra pudiera respirar. Junto a Sterling, otro de los destacados era Cahill. El central del Chelsea demuestra el gran central que es en cada partido que juega, y pese a que a veces comete errores, los subsana de buena manera (un ejemplo es una jugada en el segundo tiempo donde Drmic se le escapa, regatea a Hart y dispara a puerta vacía, pero Cahill llega para despejar el disparo tirándose al suelo). Se podría decir que es la piedra central en la defensa de la selección inglesa, hay una defensa con y sin Cahill (no sería descabellado decir que está en el TOP-3 de centrales del mundo). De esta forma, de la mano de Sterling Inglaterra conseguía crear algún que otro peligro en la portería de Suiza.

El partido era un tira y afloja donde Suiza mostraba una mejor imagen que Inglaterra, que intentaba vivir del contraataque. Y es así como consiguieron hacer el primer gol. Una conducción dirigida por Rooney hizo que se plantaran en el área de Suiza. Un pase de este a Sterling, y este asistiendo a Welbeck, que remataba a placer, hacían que Inglaterra se adelantara en el marcador sudando la gota gorda. Tras este gol unos minutos después Welbeck volvió a marcar. Su partido fue algo parecido al de Rooney. Ambos jugando prácticamente como puntas de la selección, ofrecieron movilidad, apoyos para mover el balón y buscaron la portería rival. No se puede decir que su partido fuera una maravilla, pero aunque no brillaron, no tuvieron un mal papel cada vez que atacaba el equipo (en ocasiones con ellos dos como único recurso prácticamente). En contra de estos, Wilshere muestra dudas en el centro del campo. En el sistema de Hodgson no luce como debería y da en ocasiones poca continuidad al juego. Esto causaba que la defensa no encontrara una salida clara hacia Wilshere en algunas jugadas, puesto que el jugador del Arsenal se adelantaba demasiado. También en la faceta defensiva se le ven carencias aún, y aunque Henderson y Delph intentaban ser un refuerzo en esta faceta, no conseguían solucionar los problemas que había. Suiza fue contante atacando a Wilshere, sabiendo que a su espalda estaba el espacio que necesitaban para crear peligro.

Tras este partido se podría decir que Inglaterra necesita mejorar. Necesita mejorar tanto en defensa como en ataque. En ataque deben tener más peso los demás jugadores, ya que en ocasiones llegan con pocos efectivos al área rival. Aunque los laterales consiguen tener presencia en ocasiones, la selección inglesa necesita tener más jugadores que puedan ofrecer soluciones o vías de pase para abrir espacios en el rival. Y en defensa necesitan mejorar mostrándose más compactos, dejando menos espacios y siendo en ocasiones más solidarios con los compañeros. En este primer paso de Inglaterra el resultado ha sido positivo. Han ganado 0-2 ante Suiza y fuera de casa (el aspecto que más les costó en la clasificación para el Mundial de Brasil). Han ofrecido una imagen eficaz para ganar el partido, pero no siempre valdrá eso. Toca seguir mejorando.

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