Complicado determinar hasta qué punto ha mejorado el Liverpool en los últimos tres partidos respecto a lo que venía mostrando en las 16 jornadas anteriores. A Brendan Rodgers le dio por rebuscar en el baúl de las soluciones y dio con varias cosas que podían cambiar al equipo, o al menos cambiar parte de él. Impuso en su táctica el 1-3-4-3 que ya se le había visto utilizar alguna que otra vez la temporada pasada, y a su vez prescindió del uso de un delantero para dotar a su ataque de la imprevisibilidad que tienen los mejores jugadores de su plantilla. Del centro del campo para atrás era muy complicado dotar a su equipo con más armas de las que tenía. A Brendan Rodgers se le pedían soluciones por la mala imagen, irregular y poco segura, del equipo, y el entrenador inglés respondió con esto. Con mejor o peor resultado en algún que otro partido, el Liverpool de momento muestra una leve mejoría, mejoría que debería servir para el futuro en la presente temporada.
Debido a las complicaciones, y los quebraderos de cabeza, que estaba teniendo el equipo con el 1-4-2-3-1 habitual del Liverpool (acompañado de malos resultados y unos puestos en Premier League y Champions League decepcionantes), el entrenador inglés cambió radicalmente la faceta de su equipo. Y desde unas jornadas atrás cambió la disposición táctica de sus jugadores en el campo. Hay que tener en cuenta que el Liverpool solo ha perdido un encuentro en Premier League de los últimos 7 partidos que ha disputado, nada mal para un equipo que no está mostrando su mejor cara. Pero lejos de esos datos, el equipo no dejaba buenas sensaciones, y es por eso (y por el comienzo de las especulaciones sobre una posible destitución) por lo que el Liverpool cambió. Con el paso al 1-3-4-3 Brendan Rodgers ha buscado optimizar mejor sus ataques a través de tres jugadores rápidos, que juegan en espacios cortos bien (también en espacios largos) y que pueden ofrecer dinamismo al equipo en cada ocasión que intentan crear.
Teniendo en cuenta que los tres de arriba son Lallana (partiendo desde la banda derecha del equipo), Coutinho (partiendo desde la banda izquierda del equipo) y Sterling (partiendo desde el carril central y actuando como "delantero"), Brendan Rodgers buscaba que estos tres comenzaran la presión ante los rivales y encontraran la espalda de los centrocampistas cuando atacaran. De esta forma, es normal ver que cuando el Liverpool no tiene el balón, estos tres jugadores inician presión cuando la pelota se acerca al centro del campo, lo que ha hecho que el equipo se dote de una mayor intensidad para robar la pelota. Así, es normal ver que cuando el equipo comienza una presión, rodea al rival que tiene el balón con dos o tres jugadores. Esto no ha cambiado la imagen defensiva del equipo, pero si ha hecho que los fallos se vean reducidos (no de forma abismal). Pero el jugar con estos tres arriba se nota sobre todo en ataque. Se ha sacrificado la faceta goleadora de un delantero, junto a lo que este te otorga (Lambert y Balotelli suman entre ambos solamente 1 gol en 1299 minutos disputados) , por buscar más el espacio que te dejan los rivales y las combinaciones rápidas en espacios cortos. Y es por esto por lo que es habitual ver como estos tres jugadores de arriba, pese a que parten de unos sitios concretos, permutan las posiciones para descolocar a las defensas rivales. Además, estos movimientos permiten que los jugadores de la línea de 4 del centro del campo copen más campo rival, pudiendo acercarse más a portería (y profundizando por las bandas). Brendan Rodgers ha querido agilizar sus ataques, dotarlos de mayor rapidez y búsqueda de espacios. Y aunque el equipo no siempre es regular a lo largo de los 90 minutos, si ha conseguido llegar más a la portería rival y esconder así sus carencias defensivas (cuando defiende el equipo intenta estar más junto).
Por el momento, aunque no sea algo espectacular, el Liverpool ha dado un paso adelante por mejorar. Es complicado saber si a largo plazo esta disposición se impondrá en las alineaciones que saque el equipo de Merseyside en futuros partidos, lo que si está claro es que de momento está dando resultado. Parece que ante la mala situación del equipo Brendan Rodgers ha conseguido dar con una tecla para estabilizar un poco la situación del equipo. Ha otorgado todo el protagonismo posible a los tres de arriba para sacar partidos. Lallana, Sterling y Coutinho están siendo una cortina de humo para tapar las carencias de su equipo atrás. Habrá que ver cuando vuelva Sturridge que ocurre con la táctica del equipo, pero mientras tanto, y mientras Brendan Rodgers busca encontrar las demás teclas para optimizar a su equipo, se entrega a los tres de arriba para estabilizar la situación del Liverpool.
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