Fotografía: zimbio.com |
Arsène Wenger ha acabado comprendiendo con el paso de la temporada que la mejor forma de aprovechar a su plantillar era juntando lo máximo posible a futbolistas que le otorgaran maximizar los pases y la movilidad. Es por esto que, cuando todos han estado elegibles, el francés ha juntado sin pensarlo a Xhaka como mediocentro más posicional, Ramsey como acompañante más cercano al suizo y Wilshere como un híbrido que a veces juega más cerca del centro del campo o más cerca de la mediapunta. Por decirlo de alguna forma, un puente más para conseguir llegar al área rival. Y es que al final todos juntos, incluido el suizo, intentan ser un medio viable para plantarse en campo rival y hacer daño.