En el Stoke City están cambiando las cosas desde la temporada. Están cambiando las cosas porque Tony Pulis dejó de ser el entrenador del equipo, y su repuesto fue Mark Hughes. Un entrenador que llegó al equipo para cambiar la línea que llevaban. Con su llegada los fichajes comenzaron a ser distinto, llegaban jugadores que retenían más el balón por abajo, que utilizaban más los pies que la cabeza para avanzar y marcar goles. En conclusión, el balón dejó de volar para empezar a tocar el césped cada vez que el Stoke City jugaba. Un cambio muy radical que no sería sencillo, pues era mucho tiempo utilizando el estilo de Pulis y sus métodos para sacar un buen rendimiento cada temporada de la plantilla que tenía. El reto de Hughes era interesante a la par que arriesgado.
Y la temporada pasada fue de transición. El equipo comenzó a asentar el nuevo camino que iba a recorrer y comenzaron a practicar otro tipo de fútbol. Comenzaron a disputar más el balón (aunque esto era un tira y afloja constante en los partidos), buscando más los ataques con un ataque directo pero con mayor combinación. Las bandas se hicieron importantes y ya no se primaba el coger el balón desde cualquier lugar y meter un centro al área para buscar un buen remate. Con esta nueva idea el Stoke City consiguió ganar, perder, crear dudas, pero al fin y al cabo sacar resultados, lo que le sirvió para mantenerse una temporada más en Premier League y comenzar una evolución que se hacía rara.
Y dejando de lado la transición que han pasado, esta temporada es la que tiene que asentar el nuevo estilo del equipo. Si la pasada temporada sirvió para ir metiendo nuevas cosas, esta es para que se de por hecho que el camino que están siguiendo es positivo para los jugadores y el club. Al menos Mark Hughes no cesa en su intento de renovar al Stoke City. Los fichajes han seguido en la nueva línea que ha adoptado el club, y los primeros partidos de la temporada más de lo mismo. Y yendo a lo más cercano, el partido ante el Manchester City en el Etihad Stadium fue un reflejo de lo que quiere el equipo (con la única variante de que quieren tener un poco más de posesión). Los potters buscan ser un equipo seguro en defensa y eficaz en ataque. Cerrar líneas de pase y ofrecer poco espacio a sus rivales es vital para que puedan tener opciones. Además de esto, ejercer una buena presión una vez el rival llega a su campo ofrece la oportunidad de robar la pelota y salir al contraataque. Y es ahí cuando los de arriba toman su mayor protagonismo. Tienen jugadores para correr por la banda, para encarar y para crear peligro cuando su rival está desordenado. Esto le sirvió para ganar ante el Manchester City en la que sería la sexta derrota de estos en las últimas 5 temporadas en casa (en Premier League). Si consiguen ser una telaraña en defensa y aprovechar todo su potencial en ataque, el Stoke City puede tener una progresión muy positiva.
Y mientras sumaron esta victoria tan importante, el partido ha servido para que nos empecemos a dar cuenta de que en el Stoke City están cambiando las cosas, cosas importantes, como cuando en tu habitación empiezan a desaparecer los juguetes que ocuparon tu infancia. Difícil saber lo que deparará el futuro, pero el reto desde luego es bonito.
Y la temporada pasada fue de transición. El equipo comenzó a asentar el nuevo camino que iba a recorrer y comenzaron a practicar otro tipo de fútbol. Comenzaron a disputar más el balón (aunque esto era un tira y afloja constante en los partidos), buscando más los ataques con un ataque directo pero con mayor combinación. Las bandas se hicieron importantes y ya no se primaba el coger el balón desde cualquier lugar y meter un centro al área para buscar un buen remate. Con esta nueva idea el Stoke City consiguió ganar, perder, crear dudas, pero al fin y al cabo sacar resultados, lo que le sirvió para mantenerse una temporada más en Premier League y comenzar una evolución que se hacía rara.
Y dejando de lado la transición que han pasado, esta temporada es la que tiene que asentar el nuevo estilo del equipo. Si la pasada temporada sirvió para ir metiendo nuevas cosas, esta es para que se de por hecho que el camino que están siguiendo es positivo para los jugadores y el club. Al menos Mark Hughes no cesa en su intento de renovar al Stoke City. Los fichajes han seguido en la nueva línea que ha adoptado el club, y los primeros partidos de la temporada más de lo mismo. Y yendo a lo más cercano, el partido ante el Manchester City en el Etihad Stadium fue un reflejo de lo que quiere el equipo (con la única variante de que quieren tener un poco más de posesión). Los potters buscan ser un equipo seguro en defensa y eficaz en ataque. Cerrar líneas de pase y ofrecer poco espacio a sus rivales es vital para que puedan tener opciones. Además de esto, ejercer una buena presión una vez el rival llega a su campo ofrece la oportunidad de robar la pelota y salir al contraataque. Y es ahí cuando los de arriba toman su mayor protagonismo. Tienen jugadores para correr por la banda, para encarar y para crear peligro cuando su rival está desordenado. Esto le sirvió para ganar ante el Manchester City en la que sería la sexta derrota de estos en las últimas 5 temporadas en casa (en Premier League). Si consiguen ser una telaraña en defensa y aprovechar todo su potencial en ataque, el Stoke City puede tener una progresión muy positiva.
Y mientras sumaron esta victoria tan importante, el partido ha servido para que nos empecemos a dar cuenta de que en el Stoke City están cambiando las cosas, cosas importantes, como cuando en tu habitación empiezan a desaparecer los juguetes que ocuparon tu infancia. Difícil saber lo que deparará el futuro, pero el reto desde luego es bonito.
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