Lejos de lo ocurrido en el partido contra el Arsenal, y lejos de ser esto una crónica de un partido, el Crystal Palace ha conseguido asentar unas ideas que hagan que sea un equipo difícil de vencer y complicado de jugar. En el poco tiempo que ha estado Tony Pulis en el equipo londinense, se ha conseguido adquirir una forma de juego que beneficia a club y jugadores. Nada mas y nada menos que la forma de jugar que utilizó el técnico galés en el Stoke City. La forma de jugar que le hizo ser respetado, querido y significativo dentro de la Premier League. Y es que con Pulis la liga inglesa es más liga inglesa. Y desde que llegó al equipo de Londres solo dejó buenas sensaciones a su paso. Supo sacar al equipo del pozo en el que se encontraba, supo sacar resultados, ser eficiente y conseguir otorgar poco y sacar el máximo rendimiento de cada jugador de su plantilla. Pero como suelen decir, todo lo bueno se acaba. Y esta historia ha sido demasiado corta como para decir que será recordada. Tras dejar el proyecto en las manos de Tony Pulis, el club y el entrenador tuvieron discrepancias sobre los fichajes (Tony Pulis no estaba de acuerdo con los fichajes que estaba haciendo el club), lo que ha hecho que mediante un mutuo acuerdo se haya roto el contrato que unía a ambas partes. Adiós proyecto y adiós a Tony Pulis de nuevo.
Pero detrás de esta decisión y todo lo que ha supuesto al inicio de la nueva temporada (decisión sorprendente viendo lo poco que quedaba para comenzar la liga), el partido ante el Arsenal ha demostrado que dentro del Crystal Palace se ha dejado un testigo. Y es que la mano de Pulis se nota en cada uno de los jugadores, tanto de forma individual como de forma conjunta. Unos meses han valido para que el concepto que tiene Pulis del fútbol pase a formar parte de los eagles. No sería descabellado decir que este equipo es uno de los que mejor puede defender en la Premier League. Desde luego que en cada jornada Inglaterra podrá ver la capacidad que tienen sus jugadores para poner a prueba a sus rivales. El Arsenal ha sido la primera víctima (ganando en el minuto 90), pero desde luego que desde que alzaron el vuelo sus víctimas han sido numerosas.
Si hay algún club que este formado por torres, ese puede ser el Crystal Palace. Desde que el Stoke City adquirió a Mark Hughes como entrenador empezaron a cambiar las cosas en los potters. Ahora el Crystal Palace es lo más parecido a lo que era el Stoke City pre-Hughes. Lo más parecido porque más allá de que tengan un equipo especializado en los balones aéreos (sobre todo si hablamos en el aspecto defensivo), luego tienen para el ataque jugadores rápidos, incisivos y que son letales en el uno contra uno. Aprovechar las bandas es una máxima de este equipo, y cada ataque puede servir para cerrar un partido que no encuentre el camino que les beneficie. Tal vez no sea el equipo más goleador, ni tenga a los jugadores más goleadores y eficaces, pero desde luego que tienen capacidad para poner en problemas a cualquier jugador, equipo y entrenador rival. Pero desde luego el poner en aprieto a sus rivales nace a partir de su defensa. El saber defender juntos, esforzándose por ayudar al compañero y cerrando líneas para que el contrario no encuentre soluciones es muy importante para ellos. Al no usar el balón apenas a lo largo del partido, poder ser resolutivos a la hora de defender puede suponer salir de forma eficaz en ataque. A balón parado, yendo al choque o luchando los balones divididos puede ser un quebradero de cabeza. Si no ganan todos, ganan la mayoría, y es que comparar físicamente a veces a los rivales con sus jugadores puede producir cierta gracia.
La mano de Tony Pulis ha quedado patente en el Crystal Palace, y con ella un camino a seguir. Puede que no sea el camino más bonito, lleno de flores y un cielo despejado, pero desde luego que quien llegue (suenan Neil Lennon, Sherwood y Malky Mackey) tendrá la oportunidad de seguir algo que pintaba muy bien. Recogerá un proyecto con un estilo definido que beneficia a los jugadores, y donde los jugadores se sienten identificados. Solo falta esperar, pero si el balón vuelve volar alto será porque el Crystal Palace así lo ha decidido, y porque Tony Pulis volvió a poner la idea sobre la cabeza de sus jugadores.
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