lunes, 14 de agosto de 2017

El comienzo perfecto

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Fotografía: manutd.com
Presentarte en una nueva temporada con rotundidad frente a tu público siempre es un plus para afrontar las cosas. El Manchester United, tras perder la Supercopa de Europa, comenzaba la Premier League en Old Trafford. Su rival, el West Ham de Slaven Bilic, llegaba renovado en la línea de ataque con Arnautovic y Chicharito para asaltar el territorio de su oponente. No obstante, el partido dejó dos caras muy distintas para cada equipo. Mourinho volvió a formar con un 4-2-3-1 donde además del doble pivote Pogba-Matic, también la titularidad de Mata acabó cobrando importancia.

El técnico portugués dispuso un centro del campo donde otorgó el perfil izquierdo a Matic (habitualmente donde ha jugado siempre) y Pogba en el derecho. Con ellos dos en el centro del campo, el Manchester United subió bien el balón hacia arriba, ya que el serbio otorgó una buena salida de balón y con el francés al lado, algo más liberado pero teniendo también incidencia, se plantaron con comodidad en 3/4 de campo. Apenas otorgaron al West Ham oportunidad de poder hacer algo, puesto que la superioridad fue notable desde el inicio del partido. Con el Manchester United plantado arriba, Mata que comenzaba desde la derecha dejaba todo el costado a Valencia, y él se movía bien para ayudar en el centro del campo o a combinar en la última franja de campo para crear ocasiones. El español fue el jugador que mejor supo cómo, cuándo y dónde moverse. Obligando al West Ham a que retrocediera demasiados metros, el Manchester United consiguió mover el balón con tranquilidad, paciencia y precisión cerca del área rival (tanto en desplazamientos más cortos como más largos). Esto propicio que el equipo de Mourinho atacara con muchos jugadores y fuera cuestión de tiempo que acabaran marcando gol. De esta forma acabó llegando el gol de Lukaku. El West Ham por su parte apenas tuvo oportunidad de salir, al estar muy atrás cuando recuperaban el balón apenas tenían opciones arriba para salir, por lo que mejor fue Chicharito en sus recepciones para dar oxígeno a su equipo sacando faltas mediante controles orientados.

Fotografía: manutd.com
En el segundo tiempo el dominio del Manchester United siguió siendo el mismo. Matic siguió mostrándose muy cómodo, Pogba por su parte tuvo una aparición durante el partido muy continua y sabiendo soltar o retener el balón dependiendo de la situación...Los jugadores supieron trenzar muy bien las jugadas una vez llegaban a la mediapunta, donde generalmente se apoyaban cerca para darse posibilidades de pase. Y Lukaku en ataque fue el elemento diferencial para acabar abriendo un partido que al Manchester United se le solía atragantar la temporada pasada. Así, este dominio se acabó manifestando posteriormente en un segundo gol del delantero belga. El Manchester United con los dos primeros goles demostró tener armas de sobra para afrontar los partidos dominando los contragolpes y mostrando potencial a balón parado, todo junto a su encuentro teniendo el balón. Lo más destacable del West Ham en el segundo tiempo fue un cabezazo de Arnautovic que dio al larguero, fuera de eso, el partido de los de Bilic fue pobre con el balón, y bastante falto de ideas (apenas había opciones de pase cuando trataban de salir al ataque). En parte por su rival, en parte por ellos, apenas tuvieron una propuesta clara para poder hacer algo de daño, y mientras intentaban defenderse en cada ataque del Manchester United, las sensaciones no mejoraban. Con el equipo de Mourinho atacando con muchos jugadores, profundizando con los laterales, donde todos ofrecían posibilidad de pase...la superioridad fue indiscutible y se reflejó en el 4-0 final. El mejor inicio posible para una temporada que pinta ser competida. Un Manchester United con una cara positiva frente a un West Ham con una cara negativa.

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